El hombre salió de detrás de un árbol, se acercó al cuerpo sin verlo.

—Capitán, nuestra misión termina aquí, ahora usted se encarga, —dijo uno de los hombres.
—Sí, yo me encargo, —sacó el teléfono y llamó a la central, —encontré una chica en las afueras del parque municipal, traigan el equipo, —solo eso dijo y guardó el aparato.

Volvió a mirar aquel cuerpo inerme, aún sentía el perfume que el mismo le había comprado, apenas se divisaba la piel de una de sus piernas, no pudo dejar de hacer una mueca y cerrar las manos con fuerza para ir espantando las tensiones, ¿cómo había llegado hasta allí? Ahora no le gustaban los resultados. Él le advirtió que se quedara tranquila y disfrutara, era joven y tenía toda una vida por delante.

Escuchó cuando llegaron las patrullas y como se fueron replegando los funcionarios.

—¡Capitán! ¿Tiene algo que decirnos?
—No sargento, revise todo y recojan las evidencias.
—¿Usted la conocía capitán?...

El sargento lo miró y dio por entendido que aquel silencio era un sí, el capitán tenía la vista perdida, hundido en sus pensamientos. En aquel momento recordaba como la había conocido, andaban tras la pista de un delincuente que resultó ser hermano de la chica, ella temblaba por el miedo el día del allanamiento y él le dijo:

—Si tú no tienes nada que ver con las actividades de tu hermano, no debes temer.

Ella le sonrió, eso bastó para empezar a soñar con ella y desde aquella noche fueron muchos los encuentros y hasta logró desaparecer algunos expedientes para que su hermano pudiera burlar el encierro. Luego vinieron aquellas propuestas que el hombre le ofrecía, dijo que había otros oficiales en el negocio y el aceptó, solo para poder estar más tiempo con la chica.

—¿Y tú hermana lo sabe?
—No, ella no sabe nada, es mejor que siga así.

Cuando se dio cuenta de lo que había hecho ya era tarde y estaba en un callejón sin salida, así que le contó a la chica y ella lloro ante aquella noticia, se lo reclamó a su hermano y él se lo dijo al grupo y cuando él fue confrontado frente a todos, sintió que algo se hundía a sus pies.

—Miré capitán, usted tiene familia y una buena reputación en la fuerza, aquí solo hay una salida, es usted o la chica, no vamos a caer como tontos, aquí no hay titubeos.

Tuvo miedo, y acepto aquel trato, convirtió su sueño en pesadilla y ahora mirando aquel panorama sombrío entendió que esa no era la salida.

—¡Listo capitán! ya todo está registrado, ¿puedo ayudarlo en algo?
—No sargento, nos vemos en la comisaría.

Agarró su teléfono y fue grabando todos los detalles: nombres, lugares y movimientos por realizar. También contó había llevado a la chica hasta aquel lugar. Envío el audio a tres direcciones, luego se montó en su vehículo y tomó en dirección contraria a la ciudad, hundió el acelerador, sintió la brisa fuerte golpearlo cuando el carro levantó vuelo.

La imagen fue realizada a partir de un texto dado a la inteligencia artificial :

Invito a los amigos: @alexarelatos, @betop y @enrisanti para que participen, aquí le dejo el enlace: Click