ja ja, los niños no quieren quitarse los disfraces, recuerdo que cuando mi hermano era pequeño, duraba con sus disfraces varios días más y los usaba cualquier día, es lindo verlos tan felices.

El olor del café es algo que siempre inspira, emociona, uno puede estar donde sea, pero si llega ese olor a café, de inmediato se viene esa sensación de querer un buen café.

Caminar descalzo es una de esas terapias que recomiendan los terapistas, por la conexión con la tierra, además, leí por ahí que es beneficioso para los pies, creo que empezaré a caminar más descalza por el prado.

Muy buen diario @josevas, a seguir siendo conscientes de nuestros sentidos.