Mi apreciada amiga, he estado complicada con el tiempo. Al igual que tú he tenido que lidiar con problemas ajenos a mi voluntad: apagones eléctricos, una hermana enferma que necesita de mi ayuda, un vestido que estoy bordando en punto de crus para la Virgen del Valle, que debo terminar antes del sábado. Luego que trato de poner todo en orden, ingreso a la plataforma, leo las notificaciones, las respondo; y cuando miro el reloj me percato de que han pasado las horas y que mi agotamiento mental y físico no me permite escribir una idea coherente. Cuando trato de descansar mi cabeza escribe cuentos que no me dejan dormir. Me obligo a descansar, pero suena la alarma a las 5:30 de la mañana, entonces me doy cuenta de que aún mi mente sigue agotada. Definitivamente, Steemit nos ha robado hasta los pensamientos; y lo peor de todo es que aún consciente de ello, no lo evito, sino más bien me estreso por no tener más tiempo para el trabajo. ¿Será esto masoquismo virtual? Jajaja.

Un abrazo, mi apreciada amiga.