El reto de la semana es: La calle donde vivo, nos invitan a describir un poco el espacio donde hacemos vida; cómo son los vecinos y si es agradable para nosotros vivir en ese lugar. Me parece simpático contar sobre mi lugar de residencia. El apartamento donde vivo queda en una urbanización ubicada en Cumaná, Estado Sucre, Venezuela.

Referencias de la urbanización

Tengo 46 años viviendo en Cumaná y 15 en mi lugar de residencia. Antes de llegar aquí, vivía en una casa alquilada; quise mudarme a este lugar porque lo encontré seguro para mis hijos, puesto que desde la ventana del apartamento podía mirar donde estaban. Mi apartamento queda en la primera plaza de la urbanización, al frente de este lugar nos queda un cerro hermoso que por mi alergia representa un gran problema. La plaza consta de cuatro edificios y en medio tiene una plaza donde se concentran grandes y chicos para disfrutar de tertuliasy juegos.

En la parte trasera del edificio, queda el estacionamiento que colinda con el ambulatorio de salud el cual está en la calle principal y puedo mirarlo desde la ventana de mi habitación. En el ambulatorio funcionan dos aulas del preescolar donde estudia mi nieto, como pueden notar es muy cerca su casa de estudio. En la foto se pueden observar los dos salones de clases pintados de amarillo. En otro lado de la urbanización se encuentra situado la sede principal del preescolar, justo detrás de la panadería.

Frente a la panadería están localizados varios pequeños comercios y a escasa distancia queda una escuela de primaria, una estación de los bomberos y un centro de terapia física. Un poco más allá, caminando encontramos un centro educativo de secundaria.

Por último cabe añadir que esta urbanización fue construída como complejo habitacional completo, por eso es el motivo de que todo quede cerca pero con el tiempo, pasó que todo se independizó del complejo.

Amistades vecinales

Bien, yo me considero mala vecina por cuanto no socializo mucho con los vecinos exceptuando las normas de cortesía. Parece mentira pero es cierto que hasta hace pocos años es cuando me relaciono con los vecinos de mi edificio. No me acostumbraron a estar visitando y tampoco es que me guste. Antes, cuando trabajaba no tenía tiempo para sentarme en la plaza a conversar con nadie; ahora después de la jubilación, socializo en algunas ocasiones. No sé cómo se llaman los vecinos de los edificios que están en la plaza. Prefiero sentarme en mi casa a escirbir en la computadora y chatear con amigos y familiares por discord y whatsapp. Por supuesto, cuando hay que apoyar o ayudar a alguien no lo pienso dos veces.

Me gusta mucho el lugar donde vivo pero a veces tenemos problemas de agua y de gas. Considero que actualmente sigue siendo un lugar seguro para niños y adultos. Con la cuarentena, todos han cumplido con el distanciamiento y la ley del tapabocas. Los niños están resguardados en sus casas, si salen a jugar un momento en la plaza usan el tapabocas.

Siempre estoy en mi casa con cuarentena o no y no creo que le haga daño a alguien con eso. Sin embargo, si me gustaría irme a otro lado donde viva en una casa que tenga patio para sembrar plantas de tipo comestible y medicinales.

Le doy gracias a Dios por tener este pedacito de techo donde habitar con mi familia y formar un hogar, un lugar donde con todos los problemas que podamos tener como familia tengamos un espacio para el calor humano y el compartir.

Este es el reto de la semana 4 de @steemitblog apoyado por @steemcurator01. Si deseas informarte acerca de este desafío y otros más, visita los 100 días de Steem.

Todas las fotos son de mi propiedad y la imagen central fue editada en Canva.
Las imágenes de la urbanización las capturé desde el apartamento, no salí por eso no tomé la de los negocios que están en la zona.