Steem4nigeria Accelerator Contest Week 51: Aprendí a decir NO

  Me uno a la edición N°51 del concurso de la semana que organizan en la comunidad con mucha algarabía porque, la temática que estaremos abordando en esta temporada toca un tema que marca un antes y después muy trascendental cuando aprendemos lo importante que es decir NO. Sin más preámbulo, comienzo con mi participación.

  Enfrentar situaciones desafiantes es una novedad cotidiana en nuestro día a día ya que, esto forma parte de la interacción social que ejercemos al exponernos y aunque es algo común, no siempre manejamos la situación de manera correcta.

  Debido a lo anteriormente mencionado, la complacencia a terceros en algunos casos se convierte en un problema individual ya que, hacer algo que no queremos, termina siendo un atenuante que afecta nuestra autoestima por ello es importante saber cuando decir ¡Sí! o ¡No! Porque, antes de complacer a otros, nosotros debemos estar bien.

  Si me enfoco en la actualidad, les puedo decir que ya no se me complica decir ¡NO! Cuando es necesario porque, gracias a experiencias desagradables que tuve en el pasado aprendí que, marcar límites es importante si quiero tener un estilo de vida donde el equilibrio emocional me permita disfrutar las cosas que estoy haciendo y, aquí quiero dejar presente que, no fue nada fácil aprender a decir ¡NO! Pero, después de hacerlo alcancé un bienestar que ahora diariamente trabajo en no perder porque, antes de pensar en lo externo, debo priorizarme a mi.

  La sociedad siempre ha estado regida por esquemas o patrones sociales un tanto tóxicos y, esto siempre nos conlleva a pensar en el qué dirán por lo tanto, atrevernos a decir ¡NO! Es una de las acciones que más nos cuesta ya que, cuando nos negamos, existe una gran posibilidad de ser rechazados y este es un riesgo que no queremos correr por lo tanto, aceptar la petición que nos hacen aparentemente es lo mejor que podemos hacer. Sin embargo, aquí es vital comprender que no siempre es así ya que, la vida no solo consiste en los demás, nosotros también somos importantes y debemos darnos nuestro lugar.

  Aunado a lo anteriormente mencionado, tener el autoestima baja también impulsa a que algunas personas les cueste decir ¡NO! Y por lo que he visto en circunstancias como esta, a veces la necesidad de ser aceptados en un grupo social los lleva a complacer a terceros sin importar en que no se sienten bien aceptando lo que les pidieron.

  Desde que la memoria me lo permite sé que siempre me ha gustado ayudar a otras personas y, esto se debe a la educación solidaria que recibí de mi familia; enseñanza que agradezco porque tenderle la mano a alguien que necesita un favor, no es malo. Sin embargo, esa solidaridad que me caracteriza se convirtió en mi debilidad cuando una persona que consideraba mi amiga, se aprovechó de la oportunidad de trabajo que le di para generar beneficios que solo la favorecieran a ella ya que, con sus acciones generó problemas en mi equipo de trabajo.

  Cuando dimensioné el daño que ella estaba generando aprendí que, el hecho de que sean mis amigos, no es indicativo de que vamos a tener buen clic a nivel laboral ya que, la amistad debe estar separada del trabajo y, debido a su mala actitud, hoy día sé que incluso a los amigos se les debe decir ¡NO! Sin temor alguno ya que, lo importante es garantizar el bienestar.

  Durante el transcurso de la vida siempre vamos a estar en desacuerdo con alguien o algo y, está bien porque las diferencias son interesantes ya que, si todos estuviéramos al unísono, todo sería más complicado de lo que ya es. Partiendo de esto, soy partidaria de que para decir ¡NO! Hay que dejar el miedo de ser o pensar diferente y antes de lograr el bienestar de otra persona, nosotros también tenemos que estarlo porque, es inaceptable que otras personas estén bien mientras que en nuestro caso no lo estamos por el simple hecho de que no nos genera comodidad lo que nos están solicitando que hagamos por ellos.

  De igual modo es importante que trabajemos en nuestra autoestima porque, si alguien nos rechaza o reacciona mal por negarnos a hacer algo que no queríamos, esa es la clara evidencia de que no son personas vitaminas y así como otros merecen estar bien, nosotros también.

  Tengamos presente que, cuando decimos ¡Si! Queriendo decir un estruendoso ¡NO! Nos llevamos a una cárcel emocional muy incómoda pero, cuando le somos leales a lo que realmente queremos decir, nos liberamos y debido a esto es donde he aprendido que, el ¡NO! También es liberador y si es necesario decirlo, hay que expresarlo con total libertad.

¡Muchas gracias por leer mi publicación!

^{Las imágenes presentadas en esta publicación, son de mi autoría y fueron tomadas con mi teléfono celular Tecno Spark Go 2024}