The Diary Game. Sábado, 30/03/2024. Cumpleaños y tradiciones: Una fiesta para celebrar la vida y compartir con seres queridos

Un cumpleaños representa el aniversario del nacimiento de una persona.

Es una fecha especial que se celebra cada año para conmemorar el día en que alguien llegó al mundo y suelen ser ocasiones de alegría y celebración, donde amigos y familiares se reúnen para compartir buenos momentos, regalos, deseos de felicidad y, por supuesto, una gran torta en el centro de una mesa.

Además de ser una festividad personal, los cumpleaños también pueden tener significados simbólicos y culturales, ya que representan el paso del tiempo, el crecimiento y los logros alcanzados durante el año anterior.

Para muchas personas, los cumpleaños son momentos de reflexión sobre el pasado, el presente y las metas futuras. También pueden ser oportunidades para expresar gratitud por la vida y las experiencias vividas.

Sin embargo, para otros no es nada agradable y no lo festejan. Por ejemplo, hay personas que consideran que Dios no quiere que se festejen, pues, fue en una fiesta de cumpleaños que se pidió la cabeza de Juan el Bautista... o mejor dicho, el que bautizaba, pues estuvo preso algún tiempo antes de ser decapitado.

Ahora, en mi caso, no tengo esta concepción del asunto, y me gusta reunirme para festejar con la familia y amigos que han cumplido un año completo de haber nacido, para celebrar la salud, sus triunfos y aprender de sus errores y fracasos, puesto que, justamente en estos últimos, es donde está el aprendizaje.

Ahora bien, en esta ocasión, fuimos a celebrar el cumpleaños del esposo de una de mis primas, y fue la última en llegar a Chile (por ahora), y... ¿Qué mejor ocasión para reunirnos, disfrutar de una buena comida, cantar en el karaoke, y bailar la hora loca?

Para quienes me leen, y no sepan que es la hora loca, es una tradición en muchas fiestas y celebraciones en países de América Latina y en algunas partes de España, donde por un período de tiempo durante la fiesta, se realizan actividades divertidas para animar a los presentes, donde se incluyen algunos disfraces, hacer el trencito, es dirigido por el ritmo de la música, muchas veces retro, o por un animador en particular que guía todo el proceso.

Es un momento de mucha algarabía y juegos, déjenme decirles, y es lo que hacemos después de cantar el cumpleaños feliz en varias versiones, (cantar el cumpleaños venezolano sigue siendo el más largo del mundo), y repartir la torta e incluye repetición.

¡La torta estaba espectacular!

La hizo la esposa de mi primo, la cual se dedica a este oficio desde hace algunos años, creo que de 3 a 4 años aproximadamente, y su destreza aumenta cada día más.

También hizo las salsas para los pasapalos, pero esta vez, no hubo tequeños sino pan tostado. Yo compré bolsas de palitos con queso, papas fritas, y otras cosas más para compartir; Aunque no como de esas cosas, le eché el diente en dos o tres ocasiones, ya que de todas maneras, y solo en esta ocasión, comería después de las 6 de la tarde.

Cuando llegamos, el cumpleañero estaba asando carne y pollo, sin embargo, por ser el agasajado, ocupé su lugar, hasta asar todo lo que había que asar, obviamente, como el encargado de la parrilla, tenía que comprobar que todo estuviera en su punto, y mientras asaba, comía algunas porciones como si fuera un agente de control de calidad, jaja.

Siempre nos divertimos mucho en cada celebración que tenemos, y también hablamos de temas de la actualidad como política y religión, y mi nueva forma de alimentación y suplementos que son imprescindibles su consumo diario.

Después de la medianoche, nos despedimos del lugar llamando a un Uber, al que le aboné unos 2 dólares aproximadamente por el servicio. Nos sentimos contentos, pues habíamos celebrado el aniversario de vida de un miembro de nuestra familia.