SEC S17W5. The Diary Game Viernes, 03/25/2024: Los caminos de la vida.

Hablemos del mundo cuántico... ¡Vaya tema tan complejo de entender completamente! Hay múltiples enfoques que podríamos explorar según las decisiones que tomemos frente a ciertas situaciones.

Es posible que esta sea la razón por la cual se dice que frente a nosotros se despliega un universo de infinitas posibilidades, y que somos nosotros mismos quienes decidimos la ruta que tomamos.

¿No te parece fascinante?

De todos modos, este no es el momento adecuado para profundizar en este tema. Quiero aprovechar al máximo este tiempo y utilizar algunas fotos que tengo guardadas para participar en este reto. Dado mi nuevo trabajo y mis estudios de programación, me resulta un poco más complicado mantener la misma constancia en la escritura que antes.

En la foto de portada, pueden apreciar cómo está el clima; a punto de llover y una temperatura entre 10 y 12 grados. Hasta allí estaba bien hasta que comenzó el viento a soplar.

Ese viernes, nos tocó ir a una chancadora, el cual es un lugar donde extraen piedra y la muelen para obtener piedras de diferentes diámetros y arena para la construcción. Nunca había estado en un lugar como este, y tampoco conozco un lugar en Venezuela, pues en mi país, solo me dedicaba a la metalmecánica, prestando servicios en plantas de alimentos para animales como Protinal, Alimentos Súper S, Agribrand Purina, entre otras.

Pues buen, el día estuvo maravilloso mientras trabajaba dentro del galpón donde se le estaba haciendo mantenimiento a una máquina y que había que cambiarle las orugas, con las cuales anda la máquina.

Nunca había hecho este tipo de trabajo, debo admitir, pero siempre me digo, y digo a todos: ¡No hay nada que me quede grande! Puede sonar soberbio, pero es la forma como enfrento los retos y los nuevos comienzos.

Habíamos varios en el lugar y cada quien se dedicó a hacer una parte; Mi parte consistía, junto a otro compañero de trabajo, en limpiar las piezas metálicas que van pegadas a la cadena e instalarlas en la nueva cadena con sus 4 pernos y sus tuercas.

Para mover las cosas, era necesario utilizar un montacargas, principalmente, la cadena, y el resto, la fuerza bastaba para mover pieza por pieza.

No suelo escribir en mis diarios detalles sin mucha importancia, ya que todos sabemos lo que hacemos al levantarnos, pero sí me gusta compartir momentos que resaltan en mi día a día, de todas formas, les diré que mi vida es bastante básica y programada, pues me levanto todos los días a partir de las 4:30 am para hacer las cosas que necesito hacer para irme al trabajo al rededor de las 7, y regreso a casa, dependiendo del lugar donde ejecute el trabajo, entre las 7 pm y las 9 pm, y esto es de lunes a sábado. Los domingos, es un poco más relajado, pero igual me levanto a la misma hora porque toda mi vida he despertado a esa hora.

¡Ya es hora!

Fueron las palabras de un supervisor de planta que esperaba que, una de las secciones de la chancadora se detuviera para hacer el mantenimiento; las camionetas, estaban listas para ir, desde las oficinas y el galpón, hasta el terreno donde se realizaría el trabajo, a unos 2 kilómetros de distancia.

Había que hacer el trabajo en 4 horas máximo, porque estaba pronosticado que llovería a las 5 pm.

¿Se fijaron bien en la foto de portada?

Bueno, allí estaba encima del equipo a reparar, preparando todo para que el soldador pudiera hacer su parte. Es un equipo grande porque es el que recibe las piedras grandes para comenzar a molerlas, aplastarlas, partirlas, estrujarlas y todo lo que implique machucarlas para hacerlas más pequeñas, y de allí se trasportan a otras máquinas similares para la obtención de piedras de menos tamaño y la arena.

¿La tarea de ese día?

Enderezar un costado y soldar unas láminas para que las piedras llegaran al lugar indicado y no tomaran otro camino, teniendo cuidado de no dejar caer ninguna herramienta, porque en la parte de abajo, estaban trabajando dos
personas más, y uno de ellos, es mi sobrino... yo estaba trabajando con mi cuñado, así que, es como si estuviésemos en familia.

El frío viento es que no dejaba estar tranquilos. Mientras estuviera dentro de la fosa, todo estaba bien. El calor de la soldadura climatizaba un poco el asunto, y el viento no llegaba de frente, pero al salir de allí, es donde la cosa se tornaba color de hormiga, jaja.

Comenzó a lloviznar justo cuando comenzábamos a recoger las herramientas y los cables para el suministro de corriente. No era una opción mojarnos por el frío que estaba haciendo, y encima, eran dos horas de viaje hasta la casa.

Recogimos todo rápido, y aunque nos cayeron algunas gotas de agua... grandes gotas para ser honesto, el día culminó bien con la tarea cumplida.

Hoy, me toca ir de nuevo a este mismo lugar. Quizás, tome algunas fotos del trabajo a realizar o durante su ejecución; dependerá de lo ocupado que esté o lo urgido por terminar, puesto que hoy celebraremos el cumpleaños de una sobrina, y no me gustaría perderme esta reunión... no importa lo cansado que llegue.