Un paseo por el parque (Cuento). Miércoles de literatura.

Saludos queridos amigos de la comunidad de Recreative Steem, es un gusto saludarles, desearles éxitos y bendiciones desde el lugar en que se encuentren, además de agradecerles por el tiempo que se toman para leer estas líneas, las cuales les escribo con cariño.

Mi cuento de hoy lo estoy basando en una experiencia que viví hace un tiempo, queda de ustedes si lo toman como ficción, algo real o un simple delirio, consecuencia de la situación que les voy a narrar.

Me encuentro caminando por un bosque, se parece mucho al parque donde trabajo, pero no veo personas, no hay niños jugando, ni deportistas, ni nada. Es el parque, pero con una inmensidad que le desconocía, parece un océano de árboles, dónde solo veo el pasillo central.

Con cierta cautela, comienzo a caminar por el ancho pasillo que normalmente recorro todos los días. El silencio que hay en este momento jamás lo había percibido, ni personas, ni automóviles, parecía que la ciudad se había paralizado. Tal vez había ocurrido algún evento vinculado al clima político del país y eso hizo que las personas volvieran a sus casas. Pensaba muchas cosas mientras recorría el pasillo principal del parque, que ya me parecía más largo de lo normal, no sé si por los nervios o quién sabe por qué.

Tratando de llegar al otro extremo del parque, para tratar de averiguar que sucedía, ví a lo lejos a una chica sentada en un muro, tendría un poco más de veinte años, de una larga cabellera negra y lisa, vestida de jeans y chaqueta, con un rostro muy pálido, que no llamaba tanto la atención por sus grandes ojos azules. Se me queda viendo mientras yo aceleró el paso, necesitaba saber que estaba pasando, comenzó a hacerme señas para que le prestara atención, así que en medio de esta incertidumbre decidí acercarme, a ver si ella sabía que estaba pasando.

"Hola que tal?", me dirigí a ella con educación, le pregunté si sabía que estaba pasando, pues no escuchaba ruidos dentro del parque, ni siquiera el ruido de personas y vehículos a los alrededores. Ella me vio con sus enormes ojos azules y se sonrió, se puso de pie, luego de recorrer con la mirada el parque, me dice: "Marvin, que haces aquí?".

"Te conozco?", le pregunté sorprendido, suelo tener buena memoria para los rostros y la cara bonita de una mujer difícilmente se me olvida, ella me respondió:"Si, oficial Marvin Velásquez, te veo patrullar el parque todos los días, cabalgas en un caballo llamado Ángel, tu eres una de las personas que me cuida, pero no deberías estar aquí". Entre asombrado y extrañado, me quedé observándola mientras ella sonreía, le dije que iba a tener que explicarme todo, como me conocía y porqué yo no debía estar ahí .

Me preguntó sobre cual era mi último recuerdo, empecé a dudar, pues de verdad no recordaba nada antes de llegar al parque. Me dijo que yo había salido a patrullar, pero eso no me trajo nada a la mente, lo hacía casi todos los días. Luego me dijo que había comenzado a llover y Ángel había soltado una herradura, eso sí me había parecido confuso, pero la visión del caballo soltando la herradura y resbalando sobre el piso mojado llegó a mi mente.

Comencé a recordar, es cierto, el caballo había resbalado y cayó conmigo, pero no lograba recordar más, ella camino hacia la cerca y marco un espacio como a tres metros de altura. "Te lanzó hasta acá y de aquí caiste al suelo". Me quedé en silencio, recordé todo, esa chica me dió a entender que había muerto.

"Tienes que tomar una decisión ahora Marvin, estás entre dos caminos y debes elegir, o te vas o te quedas". Soy una persona joven, con toda una vida por delante, le dije que solo quería volver a casa, ella me señaló hacia la entrada del parque y me dijo que regresara, me dió la mano y me dijo "Gracias por cuidarme, si, soy el espíritu del parque". Le di la mano en señal de saludo y comencé a correr en dirección a la puerta, por un momento pensé que no hacía nada, pero en la medida en que avanzaba me sentí desvanecer.

"Está vivo, está vivo", escuché al despertar, estaba en el piso de la puerta posterior del parque, con mis compañeros alrededor, mientras era atendiendo por unos paramédicos. Mientras escuchaba las expresiones de susto y alegrías expresadas por mis compañeros, sentía que algo había pasado en mi inconsciencia que no lograba recordar en ese momento, un sueño entre sueños, o tal vez era un delirio producido por el dolor de mis huesos rotos.