1.- ¿Las estrellas son amarillas o blancas? ¿Se pueden tocar?

Regularmente las estrellas son blancas. Hay veces que las vemos algo amarillentas debido a que hay contaminantes en la atmósfera como humo o polvo suspendido.

Las estrellas son soles lejanos, lo que significa que, en primer término, al sol no lo podemos tocar porque incluso antes de poder llegar a él moriríamos achicharrados.

2.- ¿Podemos sudar dentro del agua?

Si el sudor está conformado por agua, desde luego que no podemos sudar si estamos sumergidos. Sin embargo, bajo el agua nuestra piel también puede emitir por los poros las sustancias que normalmente por allí se desechan.

3.- ¿Existe algún animal que llore?

Claro que sí. Eso lo vemos en las mascotas más populares: los perros. Ellos gimen o aúllan cuando sienten algún dolor; incluso lloran de la alegría cuando ven a sus dueños regresar a casa.

4.- ¿Las plantas respiran?

Las plantas no respiran como los animales o como los humanos a través de fosas nasales, tráqueas y pulmones. Las plantas consumen el oxígeno del aire a través de unos pequeños orificios llamados estomas, los cuales se ubican por debajo de las hojas. Y al igual que los animales, también liberan dióxido de carbono. La diferencia más notable es que producen miles de metros cúbicos de oxígeno durante el día, proceso de vital importancia para los animales, incluido el hombre.

5.- ¿Qué opinas de estas frases y con cuál te identificas?

Cuando cambias el modo en que ves las cosas, las cosas que ves cambian también. Wayne Dyer.

Nos suele pasar con las personas. La apariencia de muchas personas no nos dice mayor cosa de sus formas de ser. Por acá en mi vecindario, por ejemplo, había un señor que tenía pinta de loco; se vestía de forma sencilla y, al parecer, en su casa no había peines. La otra cara de la moneda nos mostraba otra realidad: el señor era un médico y profesor universitario formidable.

Es sencillo hacer que las cosas sean complicadas, pero es difícil hacer que sean sencillas. F. Nietzsche.

Esto se aprecia en el ejercicio de la docencia. El maestro, el profesor de verdad no suele ser de muchas palabras, de muchos rodeos y vericuetos; suele ser bastante breve, claro y conciso. Este hace que las cosas complicadas se vuelvan sencillas. En cambio, el docente con poca habilidad para la enseñanza, dejará confundidos y en el limbo a buena parte de sus alumnos.

Fuente
Me identifico con ambas frases en cuanto a que he pasado por muchas situaciones donde se aplican.

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Invitación: @lirvic, @norat23, @tocho2
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Autora del concurso: @ciru2014