Si yo fuera un personaje ficticio...

Este enigmático ser posee conocimientos sobre filosofía, historia antigua, física, matemática, química y es experto en casi todas las artes marciales. Está siempre acompañado de un niño, de origen egipcio, llamado Solín, el cual, además de acarrearle un sinnúmero de problemas, le formula constantemente preguntas sobre sus poderes y todo aquello que le es incomprensible; de esta manera sacia su curiosidad como participante de las aventuras del héroe y, al mismo tiempo, le aclara al lector o espectador, muchas de las misteriosas acciones llevadas a cabo por Kalimán para vencer a sus enemigos.

Las armas de este emblemático personaje que le permiten salir triunfante ante cualquier adversidad son: la hipnosis, un experimento denominado el “actus mortis,” que consiste en el fingimiento de la muerte controlando los movimientos del corazón y la respiración; la levitación, la telequinesis, la telepatía y otras técnicas que provienen del pleno dominio de las aptitudes mentales.

Por todos sus conocimientos, por todos sus misterios y virtudes, por tratarse de un héroe diferente, desde muy pequeño yo quise parecerme a Kalimán. Su consigna más famosa: “No hay fuerza más poderosa que la mente humana, quien domina la mente, lo domina todo,” me ha acompañado por siempre como un aliciente para todo cuanto intento realizar.

¿De dónde es ese personaje y cómo lo conociste?

Kalimán es un súper héroe que fue creado en México, a principio de los años sesenta; aunque en la ficción de sus orígenes históricos, se dice que desciende de la Diosa hindú Kali y que fue entrenado en el Tíbet, después de renunciar a un mítico reino que había heredado de su padre.

Lo conocí durante aquellos años en llegaban desde México y Colombia, los llamados suplementos o revistas que narraban las hazañas de muchos personajes famosos entre los niños y jóvenes de ese entonces, tales como Arandú, Águila Solitaria, Juan Sin Miedo, Martín Valiente, Santo El Enmascarado de Plata y otros que no pasaron la prueba del tiempo. Las aventuras de Kalimán, por otra parte, fueron varias veces llevadas al cine, por lo tanto, sus seguidores tuvimos también la oportunidad de disfrutar de sus atractivos poderes a través de la gran pantalla.

_{Algunas de las revistas de aquella época/ F1 F2 F3 F4 F5}

¿Algo que no concuerde del personaje contigo? (para conocer más de ti).

La excesiva sobriedad de Kalimán, esa verticalidad que no le permite una broma, un chiste, una pícara jugada de vez en cuando, contrasta mucho con mi manera de ver el mundo. Las misiones del héroe están, por lo general, supeditadas al carácter dramático de su desarrollo y no hay espacio para un poco de ironía y mucho menos para la diversión.

No me agradaban mucho tampoco sus frecuentes enfrentamientos con seres de ultratumba, como vampiros, momias, zombis y otras entidades de este tenor; sin embargo, creo que estos son los temas preferidos del gran público, por lo tanto, se hacen recurrentes en todas las épocas. Nada tiene que ver, por otra parte, la extraordinaria complexión física del héroe, ni ninguno de sus atributos externos, con mi desdibujada anatomía.

¿Si pudieras cambiar algo del personaje, qué cambiarías y por qué?

Además de hacerlo evolucionar hacia un carácter más cotidiano, más cercano a la realidad común y corriente, le crearía también, dentro de esta misma perspectiva, otras opciones en cuanto a la vestimenta. Creo que, si aspira a convertirse en un héroe de este tiempo, no puede ir ataviado siempre de la misma forma. Debe tener varios trajes para enfrentar sus intrépidas aventuras, además de los atuendos que se usan normalmente.

_{Invito a los amigos: @yulirosario27, @esthersanchez y @saulvargasman. Para ellos, y todos los que quieran participar, les dejo el enlace del concurso.}