El ser humano siempre tendrá la tendencia a buscar la felicidad pues esto forma parte del ser y nuestra innegable capacidad de sobrevivir ante las crisis.

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Como padre o hijo, cuéntenos sobre un período en el que tuvo una alegría duradera.

Hablaré esta vez como madre, les cuento que he tenido muchas satisfacciones duraderas; tal vez las más grandes han sido cuando han nacido mis hijos; para ser más exacta: el 10 de Octubre de 2011 comenzó una nueva etapa de mi vida en la que me convertí en mamá y de allí en adelante se marca en un antes y un después de satisfacción y alegría por la dicha de ser madre.

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¿Qué has hecho para asegurar que este gozo continúe en tu vida y en la vida de los que te rodean?

Pienso que el ser agradecida, aprender a valorar los pequeños y simples momentos de la vida que son muy valiosos y fructíferos.
Pasar tiempo de calidad con mis tres pequeños hijos que están creciendo veloz y experimentar ese don maravilloso de criar y procrear.

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Como padre o hijo, cuéntenos sobre un período en el que tuvo tristeza.

Recuerdo que mi hijo mayor Pedro Santiago, el de la fotografía; cuando tenía 1 año se enfermó con dengue hemorrágico; se le bajaron las plaquetas a lo mas bajo y estuvo al borde de la muerte.

En oración se lo entregué a Dios, ya que en mis fuerzas no había más nada que hacer; estaba hospitalizado en terapia intensiva, agujereado con mangueras por todos lados y obviamente no se podía ni sostener en pie. Mi esposo y yo estábamos desesperados, pero con una fe en que solo Dios lo podía sanar y salvar.

Finalmente le pregunté a Dios: ¿Qué quieres que yo haga Señor? él me respondió como sólo él sabe hacerlo: Cree y verás la Gloria de Dios en la vida de tu hijo.

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He vivido desde entonces viendo como Dios se glorifica en la vida de Pedrito; es un niño de Dios.

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¿Qué has hecho para asegurarte de que el período de tristeza no vuelva a aparecer en tu vida?

Pienso que los seres humanos no controlamos nada, sólo vivimos y en mi caso ando por fe y no por vista.

Sé que vendrán muchos episodios más que generaran tristeza, pero aprendiendo a ver las cosas buenas de la vida, sé que obtendremos la victoria pese a las dificultades del camino.

Doy muchas gracias a Dios que me permite tener hermosos hijos, temerosos de Dios y estoy confiada en que él cuida de nosotros; vengan pruebas y tempestades, sé que nuestro Redentor vive y él nos salvará.

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