No fue, en verdad, una buena reacción haberle gritado a su hermanito cuando solo quería referirle algo sobre sus estudios, confiando quizás en los mejores criterios suyos, como el hermano mayor que es. Lo importante, sin embargo, no es tanto el error, sino que se ha dado cuenta de que lo hizo muy mal y está arrepentido por ello. De ahora en adelante probablemente atenderá a su hermano con mucha amabilidad... Éxitos en el concurso.