Sin embargo, existen otros cuidados que debemos adoptar como buenos hábitos para mantener una higiene dental saludable.

A parte de cepillar los dientes tres veces al día, no le dejes todo el trabajo al cepillo, hay zonas en las que éste no puede llegar, y por lo tanto, es necesario el uso del hilo dental. Otra manera de complementar nuestra higiene bucal, es haciendo uso de los enjuagues, ya que estos ayudan al endurecimiento de la cavidad dental haciéndolos menos riesgosos a la aparición de la temible caries.

El uso del cepillo es muy importante, y no solo me refiero a la técnica del cepillado, también al tipo de cepillo que emplearemos. Los odontólogos recomiendan cepillos de celdas blandas o semi blandas, ya que cuando éstas son muy duras, favorecen al desgaste del esmalte dental. Inclínate por la compra de cepillos de marcas reconocidas, no escatimes cuando de salud se trata.

Cuando cepilles tus dientes, debes hacerlo con cuidado, colocando el cepillo en un ángulo de 45º aproximadamente, además, el movimiento debe ser de ida y vuelta, haciendo de manera simultánea pequeños círculos. Cepillar también además de la cara externa, las superficies internas de los dientes, inclinado un poco el cepillo y los movimientos deben ser de arriba hacia abajo.

Aunque en nuestros hábitos hagamos a cabalidad estas actividades, nunca es innecesaria la visita al odontólogo para que nos revise la dentadura y detecte cualquier anomalía, como una fisura en un diente, o en otro que ya ha sido reparado. Esas pequeñas fisuras no las notamos hasta que el diente empieza a doler. ¿Qué es lo que nos pasa allí?. Que comienza a filtrarse todo lo que comemos y se va formando la caries. Si nos descuidamos, puede llegar al nervio y como consecuencia, podemos perder nuestro diente.

Otro de los beneficios de ir al dentista, es que al menos cada 6 meses debemos aprovechar esta visita para que nos hagan una limpieza. Por más que nos cepillemos, siempre se forman un sarro o placa que el cepillo de dientes no puede evitar. Si te sangras las encías, es otro motivo por el que debes acudir al especialista ya que se puede tratar de un caso de escorbuto, una enfermedad que afecta a los dientes por deficiencia de vitamina C.

Además de los cuidados externos, podemos darle vida a nuestros consumiendo alimentos ricos en vitaminas A, C, D y K, junto a minerales como el magnesio, el calcio y el fosforo. Estos, ayudan a fortalecer el cabello, los huesos, y los dientes, también entran en este renglón.

Aunque no creas, la lengua es el principal albergue de bacterias por poseer una superficie rugosa y llena de grietas, ideal como lugar de escondite de estos microorganismos. Cepillarla reducirá la posibilidad de desarrollar caries dental y mantener un buen aliento.

1.- Evita el consumo excesivo de alimentos azucarados.

2.- Irte a dormir sin cepillarte.

3.- Morder objetos duros y masticar hielo.

4.- Consumir alimentos o bebidas ácidas de manera frecuente, ya que éstas desgastan el esmalte y conducen a la sensibilidad dental. Se recomienda tomar las bebidas ácidas con el uso de popote, pitillo o pajilla como también se les conoce y luego enaguarse los dientes con abundante agua para eliminar los residuos.