El futuro de las criptomonedas: caso práctico argentino

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Argentina, por definición y corroborado a lo largo de gran parte de sus 204 años de existencia como tal, se vislumbra como un país de libertad financiera coartada y muy escasa. Pioneros de la alta presión impositiva, incentivos muy dudosos a la productividad y un constante paternalismo estatal, que deriva en emisiones monetarias sin respaldo y en cifras altísimas de inflación interanual.

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Pérdida de poder adquisitivo

Uno de los grandes fantasmas de mi país: la devaluación. Año tras año, la pérdida de valor adquisitivo resulta una de las variables críticas, sin políticas estatales determinantes y firmes que ayuden a palear este inconveniente. Como cualquier otro bien efímero y escaso, los dólares son tomados como gran referencia de precios para un 75-80% de la economía formal e informal, lo cual resulta un vertiginoso riesgo para una nación en la que las líneas de crédito están agotadas y cuyos gobernantes insisten en regular, sin éxito alguno.

Como una de las medidas estrella que son llevadas a cabo por reiterados gobiernos, independientemente de su color político, es el cepo cambiario. Ante esto, se entiende la restricción del acceso al mercado de divisas, sea total o parcial. Actualmente, sólo es posible adquirir USD 200 por medio del sistema "legal", sin la necesidad de acceder al famoso mercado blue. Sin dudas, esto genera desdoblamiento de las cotizaciones y la imposibilidad de acceder libremente a la compra de dólares para ahorro.

_{Aumento del tipo de cambio oficial a lo largo de los últimos 5 años. Gráfica tomada de TradingView}

Sin duda alguna, también es un factor sumamente relevante el mencionar la desconfianza al actual gobierno, la ausencia de sinceridad en la nueva brecha cambiaria (al momento en el que estoy escribiendo esto, el tipo de cambio oficial es de $77/USD, siendo el dólar blue/"ilegal" de $195/USD) y el miedo constante a nuevas devaluaciones.

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Inflación galopante

Sin duda alguna, otro de los factores preocupantes a la hora de pensar en "invertir" en mi país. Con altísimas cifras hace años, gobernantes que se respaldan en la emisión monetaria para sostener sus planes populistas y perpetuarse en el poder, la inflación nunca ha dejado de tener un papel relevante en nuestra historia.

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Es de público conocimiento que nuestra moneda ya no representa ninguna reserva de valor para nosotros. El común denominador prefiere ahorrar en otras monedas duras, generar inversiones a largo plazo, abastecerse de bienes para adelantarse a una subida de precios... o ahorrar en criptomonedas

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¿Qué rol podrían jugar las criptomonedas?

Como seguramente ocurre en muchos otros países en desarrollo, es viable invertir en otras monedas, siempre y cuando se tenga acceso al mercado cambiario. En nuestro caso, y como lo comenté previamente, el acceso al mismo es muy limitado y los instrumentos de inversión en pesos ya dejaron de ser una alternativa viable para que los argentinos ahorremos. ¿Qué brecha se abre ante esto? Un escenario ideal para el desarrollo y la mayor participación en el mercado de las criptomonedas.

Si bien algunos aún consideran que se trata de un riesgo invertir en un activo intangible que tiene fluctuaciones increíblemente grandes de un momento a otro, otros también ven una escapatoria a la triste realidad argentina. El mercado de las criptomonedas tiene ventajas ampliamente superadoras, si se considera que es factible deshacerse de los pesos y adquirir un equivalente en dólares de forma muy sencilla, que no sólo funciona a modo de resguardo de las variaciones cambiarias locales, sino también que está fuera del alcance de las tenazas incautadoras del Estado. No somos ajenos a situaciones en las que el fisco se apropia de los depósitos de los particulares.

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¿Qué podemos esperar de las regulaciones?

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Argentina es, sin duda, uno de los países conocidos por tener una presión impositiva brutal. Cualquier fuente generadora de riqueza es gravada por los distintos gobiernos, en búsqueda de mayores fondos para seguir apoyando y soportando una política populista insostenible.

Para dar un ejemplo breve: la adquisición de nuestro cupo mensual de USD 200 cuenta con una doble imposición. Para no hablar en lenguaje técnico, por "doble imposición" entendemos a dos impuestos que gravan la misma base imponible, lo cual contradice uno de los artículos que se desprende de nuestra Constitución Nacional. Existen, al día de hoy, dos impuestos vigentes a la hora de comprar dólares.

Tras haber dado este ejemplo, podemos dar por sentado que, al momento en el que las criptomonedas adquieran una mayor participación en esta región, no debería sorprendernos la sanción de nuevas leyes que las graven. Hasta de formas rídiculamente insólitas.

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¿Cuál es mi punto de vista?

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Para finalizar, tras haber expuesto todos estos puntos, considero que las criptomonedas son una de las alternativas más viables para tener un resguardo de valor y mantener en un lugar seguro nuestros ahorros, si nos encontramos en un país en vías de desarrollo con políticas similares a las argentinas. En mi caso en particular, hace unos meses tomé la decisión de volcar mis ahorros en criptomonedas que me transmitieran seguridad, tal como DAI o USDT. Veo en estas nuevas tecnologías un gran potencial de desarrollo y con ventajas como la descentralización y la no intervención de políticos corruptos que ensucien sus mecanismos.

A su vez, la gran presencia y creación constante de nuevos proyectos (y, en consecuencia, de más monedas alternativas) permite que no sólo este mercado sea visto como una fuente potencial de resugardo de valor, sino también de grandes opciones de inversión. Hay una moneda alternativa para cada perfil de inversor, según su correspondiente aversión al riesgo.

En cuanto al sector privado, también resulta una gran facilidad para emitir pagos al exterior o en moneda extranjera, lo cual, desde ya, es bastante difícil de realizar y a costos altísimos, siguiendo los lineamientos de una transferencia bancaria. Un mayor número de empresas se están volcando a estas nuevas alternativas que aseguran confianza, transparencia y la no-intromisión estatal.

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