"Mi Steemundo" #8: anécdota con tu compañero inseparable, el tapaboca de franela.

Reciban un saludo caluroso y fraterno compañeros steemians.

Es un placer para mí participar en este concurso, y hablarles de mi anécdota con el tapaboca, ya que estuvo cargado de mucha adrenalina.

Comienzo por contar que hasta hace cuatro meses atrás por motivos de la pandemia, había tenido que tomar un trabajo de vigilante en un fundo, ya que de mi trabajo formal me dieron vacaciones mientras culminaba la cuarentena radical.

En este sentido, una de mis funciones en este trabajo, era recibir al personal en la puerta principal, la cual quedaba retirada del dormitorio, aproximadamente a 25 minutos.

Así mismo, en la puerta de entrada debía estar a las 4:30 a.m. para recibir al personal de campo y realizar el protocolo de bioseguridad.

Continuando con el relato, comento que el primer día de trabajo en esa área me levante más temprano que de costumbre para alistar y organizar todo lo que necesitaba para iniciar mis labores; ya estando en el punto de control principal (puerta), siendo la madrugada de un día lunes, pude divisar en la lejanía hacia la carretera que ya estaba por llegar el microbús con el personal. Es Es así como realizo el chequeo de todo los implementos que debía de utilizar una vez más antes del ingreso (cuaderno, lapicero, asistencia de personal, alcohol para desinfectar y la fumigadora con cloro).

Una vez realizado este chequeo me percate que había olvidado lo más básico, el tapaboca, mire inmediatamente el reloj pero ya era muy tarde para regresar en busca del mismo.

En ese momento la situación genero mucha tensión en mí, ya que era mi primer día y anterior a eso había recibido instrucciones explicitas de no dejar ingresar al personal sin tapaboca; en medio de la presión solo pensaba en que no tendría moral como para cumplir con mi función; en ese momento pasaron muchas cosas por mi mente, hasta que podía perder mi trabajo, me puse nervioso, pero creo que fue lo que me hizo reaccionar rápidamente y fue en ese momento donde se me ocurrió lo inesperado!.

Sin pensarlo mucho mire mis brazos y apresuradamente desprendí una manga de mi franela y con una cuchilla que llevaba corte en forma rectangular y le hice dos orificios para que se pudiera sostener de mis orejas, me lo coloque y recibí a las personas de forma natural.

Les confieso que la oscuridad de la madrugada me ayudó mucho y gracias a Dios nadie noto la particularidad de mi tapaboca.

Por lo que después de ese día era lo primero en guardar en el bolsillo de mi pantalón.

No se me hizo difícil adaptarme a él pero, ciertamente una que otra vez lo olvido.

Me gustó mucho compartir mi anécdota, espero poder seguir leyendo muchos más, por eso extiendo mi invitación a @jamescam @joselc y @conditere adjunto enlace a continuación.

Por cierto! aún conservo este tapaboca.