Considero que el problema no erradica en regañar al infante cuando hace algo malo. La situación se agrava cuando ese regaño va acompañado de una descargar verbal que se convierte mas en una burla o discriminación, hasta en una forma de crear bajo estima.

La situación que planteas la viví en carne propia, sobre todo mi madre fue una mujer que nos educo bajo el concepto de miedo y de lograr una baja estima en mi.

Tuve la suerte de contar con personas fuera del núcleo familiar que me inculcaron el amor propio y la aceptación de mi personalidad y forma de ser.

En la actualidad no tengo descendientes, directos pero en mi vida existen infantes que son sometidos a un trato igual al mío.

He tomado la iniciativa de tomar el papel de un adulto que busca inculcar el amor propio en aquellos infantes que me rodean y con ello lograr fortalecer la personalidad para que esos niños y niñas sepan contrarrestar los ayaques de burla de una manera inteligente.

Buena publicación. Suerte en el concurso.

Hasta la próxima...