La Ruta Hacia la Excelencia: Paciencia, Esfuerzo y Sabiduría según de Aristóteles.

¡Cuánta sabiduría hay en aquellos pensadores que nos antecedieron!

Te voy a contar algo:

Aristóteles dijo una vez, "la excelencia no es un acto, sino un hábito."

Con esta frase, nos da a entender que la excelencia, algo que todos indudablemente anhelamos, se logra con dedicación, perseverancia y una práctica constante, y no algo que se hace de vez en cuando.

¿Me estáis leyendo, Cuchi Cuchi?

Cada pequeña acción diaria cuenta. Si reflexiona sobre esto; notarás que la grandeza, se construye paso a paso.

Y es que en un mundo que nos impulsa constantemente a buscar resultados inmediatos, a causa de llevar una vida totalmente acelerada, olvidamos que los logros más significativos, se construyen paulatinamente, como dice la canción, se construye Despacito.

La excelencia no surge de un momento de inspiración o de un acto heroico aislado, o de la noche a la mañana. ¡No, no! Ocurre por medio de la "acumulación" de esfuerzos cotidianos, aquellos que, a menudo, pasan desapercibidos y que rara vez reciben el reconocimiento por parte de otras personas.

Cada vez que nos enfrentamos a una tarea, por pequeña que sea, y la culminamos, tenemos la oportunidad de acercarnos un paso más a la excelencia.

_{Un día normal de trabajo. Valdivia, Chile.}

Es en la repetición, en la dedicación de hacer, una y otra vez, aquellas cosas que nos ayudan a mejorar un poco cada día, donde reside el verdadero secreto del éxito, sin embargo, esta verdad puede ser incómoda para algunas personas porque nos enfrentamos a la realidad de que no hay atajos, y que el camino hacia la grandeza y al éxito, está pavimentado con capas de fracasos, capas de errores y momentos de duda. ¿Te estáis dando cuenta?

Perseverar, a pesar de las dificultades, requiere una fuerza de voluntad y una determinación que muchos no están dispuestos a mantener. Vivimos en un mundo que nos ofrece recompensas inmediatas, donde todo está a un clic de distancia. Y déjame decirte que es fácil sentirse tentado a rendirse cuando el progreso parece lento, no obstante, los logros más importantes, se construyen con paciencia y esfuerzo continuo.

Cada vez que nos levantamos después de caer, que seguimos adelante a pesar de los obstáculos, estamos desarrollando algo más valioso que el éxito rápido: estamos construyendo carácter y fortaleza interior. Esa es la verdadera esencia de la excelencia.

Sin embargo, es, precisamente, esta dedicación continua, esta capacidad de seguir adelante cuando todo parece en contra, lo que distingue a los verdaderamente excelentes.

_{Mis compañeros de trabajo}

Vamos a reflexionar sobre nuestro día a día por un momento y piensa: ¿Cuántas veces has dejado de lado una tarea porque parecía insignificante? ¿Cuántas veces has optado por la vía fácil en lugar de la correcta? Cada pequeña decisión, cada momento en el que elijas la diligencia sobre la pereza, estás construyendo tu propio camino hacia la excelencia.

No podemos decir, de ninguna manera, que, la grandeza se construye de la noche a la mañana, sino que, es el resultado de innumerables actos de esfuerzo y compromiso.

La excelencia, sin duda alguna, es una maratón, no una carrera de velocidad, y en este viaje, cada paso, por muy pequeño que sea, cuenta, porque la verdadera grandeza, se encuentra en la constancia y la determinación de seguir avanzando, paso a paso, día tras día, sin importar cuán difícil sea el camino.