Teresa y Reinaldo se conocieron en su lugar de trabajo. Cierto día cuando Teresa se concentraba en sus asignaciones diarias, llega Reinaldo, la saluda y le da su número telefónico de una manera muy discreta.

Ella guardo el papelito en su bolsillo, y al llegar a casa lo saco y comenzó a escribirle pero no obtuvo respuesta.
Al día siguiente le llego un mensaje, era Reinaldo. Comenzaron a escribirse, todos los días pero a escondidas porque no querían que nadie se enterara de lo que pasaba entre ellos.

Todas las tardes ella al salir lo esperaba en el café de la esquina, y después que todos se marchaban, él la pasaba buscando. Ella le invitaba un café y compartía con el solo por minutos, besos, caricias, confesiones. Todo era perfecto.

Un viernes como era costumbre, después de la hora de salida, teresa lo esperaba en el café de la esquina, pero Reinaldo se estaba tardando más de lo normal, lo llamaba y no contestaba, cuando estaba a punto de marcharse, observo que Reinaldo se acercaba con una mujer y tres hijos.

Ella quedo observando la escena, tranquila, centrada, pero en su pecho sentía un fuerte dolor, mantuvo la calma y seguía tomándose el café como si nada pasara. En todo el fin de semana Teresa no obtuvo ni una llamada, ni un mensaje de explicación.

Al llegar el día lunes, Reinaldo la cito en el café de la esquina, para explicarle todo lo sucedido, ella no le respondió el mensaje, y tampoco llego a lugar, porque ella decidió renunciar de aquel lugar de trabajo, no quería verse involucrada con un hombre casado.