Muchas gracias amigo @josevas217 por la verificación y tu comentario.

Pensar en una justicia sin contemplar los derechos de los afectados es de por sí la primera gran injusticia. Entiendo que el tema es delicado, sin embargo, el ponerse en los pies de los afectados ayudaría mucho a deliberar al respecto.

Se entiende que la aplicación de la medida es exclusiva de aquellos casos sumamente comprobados, con pruebas fehacientes que determinen la culpabilidad, sin embargo, mientras exista una duda razonable, la medida no sería aplicada.

El sistema penitenciario contempla la reeducación y posterior inserción en la sociedad de aquellos que cometen delitos, sin embargo, cuando estamos ante reincidentes, o peor aún, cuando estamos ante procesos en los cuales por un tecnicismo se deja libre al acusado, se deja abierta la posibilidad de que el mismo agreda a la familia de las víctimas, por lo que se hace necesaria una acción drástica para evitar males mayores.

El caso de Singapur es uno de los mejores ejemplos referenciales para tomar esta medida.

Erradicar conductas extremas es posible solo cuando aplicas medidas extremas.

Gracias por su apoyo.

Saludos.