Les extiendo mi más sincero saludo, estimados amigos que hacen vida en esta plataforma virtual. La presente publicación viene cargada de la más genuina declaración de propósitos, que por experiencia personal se ha comenzado a encarnar en mi vida. La verdad, he comprendido lo que hoy les comparto:

"Caerse está permitido"; "Levantarse es obligatorio".

     Cada persona afronta desafíos propios de vivir, de ser humanos. Es menester que aprendamos a desarrollar la capacidad de ser Resilientes ante cada embate que la vida nos propone. ¿Sabes qué es la Resiliencia? Acá te lo compartiré.

Resiliencia

     Se puede enterder como aquella capacidad de resistencia y adaptación frente a las adversidades. O, como lo define Ana Muñoz:

La resiliencia es la capacidad para afrontar la adversidad y lograr adaptarse bien ante las tragedias, los traumas, las amenazas o el estrés severo.

     De este concepto de salud mental se desprende la obligación para cada individuo de hacer de lado la queja recurrente y comenzar a hacer buen uso del cúmulo de emociones que nos invaden. Tanto las emociones positivas como las negativas forman parte de nuestra esencia de existir y convivir en el plano terrenal; por ello, es sumamente vital aprender a reconocer qué papel habrán de jugar cada una de las emociones que nos conforman y definen holísticamente en medio de las crisis por las que cada cual deba transitar.

     En lugar de permitir que la negatividad nos invada, será mejor valorar lo que en la vida es realmente importante y comenzar a pensar en positivo. Si alguien omite esta fórmula y prefiere ser pesimista comenzará a creer que el caos cada vez parece ser más grande con el paso de los días; es allí cuando notamos que el deterioro mental y físico se forja un incremento inminente. Si por otro lado, el trabajo que se realice con pleno conocimiento de cada una de las emociones que nos conforman, empleando técnicas sabias para sobreponernos a los embates del día a día que supone enfrentar los desafíos, esto sin lugar a dudas se hará visible en lo personal, e indiscutiblemente se evidenciará en la vida en sociedad.

¡A levantarse, se ha dicho!

     Ser resilientes, mis amigos, debe constituirse para nosotros en una tarea diaria a través de la cual combatamos en defensa de nuestra valiosa salud integral; espíritu, alma y cuerpo, todos trabajando en sinergia para que nuestro crecimiento ontológico sea convertido en una realidad que nos defina.

     No se vale quedarnos en el suelo en que caímos. ¡Hay que animarse, amigos queridos! Para las almas triunfantes no está aceptado gemir por los rincones esparciendo toxicidad a todo el que pasa. ¡Sonríe! Inunda al mundo de entusiasmo genuino.

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¿Qué tal si...?

     Tomamos la determinación de formar y ser parte de una generación transformadora y no derrotista. ¿Será, acaso, mucho pedir que soñemos con ser agentes de impacto y cambio capaces de conmover y trastocar todo a nuestro paso de manera positiva, aportando así lo mejor e interesante que nos constituya?.

     Regalémosle a esta sociedad convulsionada que nos fue dada en herencia los colores y sabores que le hace falta; vivir en escala de grises y con sazones rancios es para gente triste. Siempre que proveamos insumos a nuestra mente para remontar las barreras de la desidia y el conformismo social habrá posibilidad de que la realidad sea distinta, tal cual la deseamos.

"Cuando internalicemos que cada día que pasa no se trata de una oportunidad más, si no de una menos, entonces, y sólo entonces, comenzaremos a vivir a plenitud"

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¿Qué dices? ¿Te atreves a levantarte, a animarte, a vivir?

Mi apreciado amigo. Me encantaría conocer tu punto de vista sobre el tema planteado.
Si gustas, puedes dejar lo que piensas en los comentarios de este post.
¡Gracias por tomarte el tiempo de visitar mi blog!
abrazos sinceros,

@yrmaleza

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