YouTube como hobby

Si Jane Austen viviera en nuestros tiempos y le dijeran algo sobre YouTube, tal vez ella emplearía la proverbial frase que usó en su momento en la novela Orgullo y Prejuicio: Es por todos conocido que un youtuber empieza su canal como un hobby.

Y es que la mayoría de los canales así empiezan: Como un pequeño hobby en donde el autor trepa videos que reflejan sus gustos y sus opiniones sobre diversos temas, compartiéndolos con su audiencia objetivo (la mayoría de las veces, gente de todas las edades). Con el paso del tiempo, ese hobby se convierte en un trabajo en donde interviene un auténtico equipo de producción o a veces lo hace todo por sí mismo, sobre todo si cuenta con los conocimientos necesarios para realizar este tipo de actividades.

En los tiempos en donde YouTube aún no pagaba a nadie, y en donde todo el mundo subía los videos que le pegaba la gana, solía subir videos de música con escenas de mis series favoritas. Mismas que, miles de años después, tuve que borrar por lo del copyright. Era un hobby para pasar el tiempo entre las tareas de la universidad; no me preocupaba ni siquiera por la cantidad de visualizaciones y likes. Ahora, desde hace semanas decidí retomar este hobby con dos objetivos en mente: promover el contenido que he escrito hasta ahora sobre mitología y literatura con una añadidura musical tipo playlist, y para distraerme de los problemas en casa que, lo quiera ver o no, sí está afectando mi salud.

Eso sí: la mayoría de los videos trepados hasta el momento no duran ni el minuto, a razón de que todos sabemos que mucha gente no pasa del minuto en ver un video antes de "cambiar el canal". En ellos no hablo o me muestro en los videos, así que la gente tendrá que leer o escuchar la música que tomo de la Biblioteca de Sonidos de YouTube. Esos videos bien podrían estar en Instagram por su duración, pero va, lo hecho, hecho está. Quizás más adelante empiece a trepar videos sobre historia, siguiendo el mismo formato; quizás me aventure a ir un poco más allá. ¿Quién sabe?

Por ahora, seguiré trepando videos, aunque sea cada muerte de un rábano. Si se monetiza o no a la larga lo decidirá el tiempo. Por ahora estoy feliz haciendo este pequeño hobby.