¿Que pasó con las Gemelas de la Quinta San Roman? | By @marlut

En un pueblo donde las noticias tardaban años en llegar. La palabra gemelas no se conocía como en las grandes ciudades. Para la época en la que se narra esta historia, el nacimiento de dos niñas el mismo día, de una misma madre y en un día de tormenta no era un buen presagio.

Antes de que dijeran sus primeras palabras los lugareños del pueblo sospechaban de su normalidad. No habían emitido ningún sonido al nacer, ningún llanto desesperado por conocer un nuevo mundo, solo miraban todo con absoluta curiosidad. Extrañas sin lugar a dudas.

Sin embargo el particular acontecimiento se dejó pasar, eran hijas del prominente y respetado médico del lugar, quien a más de uno había salvado estando ya pisando el más allá. Pasaron los años y las niñas se lograron integrar a la sociedad, asistían a fiestas y cotillones y nadie podía negar que fueran hermosas.

Esta historia no tiene relevancia hasta un día en particular.

La madre de las niñas había muerto en un accidente que no se lograba explicar, algo relacionado a un incendio en la casa pero nunca se vieron señales de esta tragedia para los que visitaban la Quinta San Román.

Quedó en una de las tantas tragedias que ocurrían en aquellos tiempos de guerra e incertidumbre.

Se acercaba el día en que las gemelas cumplirían 15 años de edad, el padre había organizado una fiesta increíble como compensación al no poder celebrar con ellas ese día, debía atender un paciente en la ciudad.

Todos en el pueblo llevaban semanas preparándose para el show magistral que sería la fiesta, se sospechaba que habría fuego estrellado en el cielo, un invento actual que nadie lograba imaginar.

Pronto llegaron los invitados a la Quinta San Román. Lo jóvenes tenían su propia sala para conversar y bailar sin la molestia recurrente de los aburridos adultos.

Todos esperaban la gran entrada de las cumpleañeras, pero al llegar el momento solo una de ellas apareció al principio de las escaleras.

¿Dónde se encontraba la otra gemela? Se veía elegante, refinada y delicada todo lo que se esperaba de una dama en esa época.

Pero ¿Dónde estaba su hermana?

En algún lugar del jardín de la Quinta San Román, un invitado corría desesperado por llegar a tiempo a la fiesta, se había retrasado por no encontrar un sombrero adecuado, sin embargo su mala suerte no acababa cuando se tropezó con un bulto semienterrado cerca de la fuente.

Maldijo en silencio y se levantó dispuesto a no presentarse en el lugar, hasta que vio una zapatilla que brillaba en el suelo. Logro ajustar su vista a la oscuridad y se dio cuenta que la zapatilla no estaba perdida, su dueña estaba junto con ella enterrada en el lugar.

Pidiendo ayuda a gritos lo encontraron los invitados de la Quinta San Román, cubierto de tierra y con el cuerpo de la otra gemela sin vida en los brazos.

¿Qué había pasado? ¿Cómo era posible? ¿Había sido él? ¿Qué diría la otra gemela?

Antes de encontrar respuestas un olor extraño inundo el jardín, al voltear y mirar el interior de la casa esta ardía con todos los manteles y cortinas de encaje que se encontraban dentro.

El fuego comenzó a esparcirse por todo el lugar, nadie comprendía tan horrible desenlace de la celebración. Para el momento en que los invitados habían huido del lugar y comenzó el recuento de daños y personas, nadie reparo en el paradero de la gemela que se había presentado sola en las escaleras de la Quinta San Román.

Había corrido junto a ellos ¿no? ¿Alguien la había visto salir de la casa al iniciar el fuego?

Ya a lo lejos se veía despuntar un amanecer en contraste con el humo que emergía de la Quinta San Román. La casa se ennegrecía a medida que pasaban horas sin que el fuego cediera en desaparecer.

Nadie pudo moverse del lugar en donde se había puesto a salvo.

Por días nadie tuvo respuestas de lo que había pasado.

Surgieron miles de teorías y todo el pueblo fue entrevistado.

Los jóvenes fueron constantemente acosados por los investigadores del caso.

Nadie sabía que había pasado con la gemela encontrada en el jardín.

Nadie sabía cuál había sido el destino de la gemela dentro de la casa.

Nadie quería plantearse la peor opción.

El padre de las gemelas llego esa misma mañana sin decir nada, se mantuvo observando el esqueleto de la Quinta San Román ya ennegrecido. Nunca emitió una palabra, solo un “Pensé que lo habían superado” ofrecido al investigador que ya etiquetaría el caso como indeterminado.

Semanas pasaron y el medico se vio saliendo del pueblo sin despedirse de nadie.

La Quinta San Román quedo vacía y ennegrecida por el fuego durante años.

Los jóvenes de ese entonces maduraron rápido y se convirtieron en los adultos y abuelos que hoy narran esta historia a su descendencia.

La Quinta San Román donde algún día nacieron dos niñas idénticas, gemelas les dirían lo de la ciudad y donde desaparecieron por igual seguía intacta en la actualidad. Al igual que las preguntas sin respuesta que por años pasaron de generación a generación.

Ni si quiera el intento del alcalde del pueblo al convertir el lugar en patrimonio cultural borraron la reputación de la Quinta San Román.

El misterio sigue vigente en la mente de todos y al igual que las gemelas sigue siendo extraño de interpretar.

Gracias por pasar y leer

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_{Fotografía Original by @marlut
Quinta San Román - Venezuela
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