La Leyenda del Caballero: El Renegado (Capítulo I - ¿Hoy será?)

Capítulo I

¿Hoy será?

Otro día más en el bosque, a las afueras de la ciudadela de Lumbrestar, en medio de la nada, donde las personas temían entrar gracias a los monstruos feroces, se encontraba una espada clavada en un tronco, los pocos que habían llegado a verla han temido retirarla, ya que se rumorea una leyenda que corre con una verdad.

Un joven caballero que servía a la familia real se volvió loco, desertó a su tarea como protector de la princesa, esa noche todo la ciudad se enteró de ese suceso, “El mejor de los espadachines se ha ido” o “Ese chico era muy sabio, muy ágil e valiente, debe de haber tenido una razón para hacer eso” Eran las palabras que volaron por las calles, era el subcomandante de la orden protectora del castillo, el mejor en su clase, un gran hombre de espada, conocedor de la magia, inteligente, y lo que mas impresiono al reino, joven, apenas cumplía sus 19 años y su 2 año como sirviente de la corona, la leyenda dice que si se llega a retirar la espada el joven vendrá contra el reino completo, y todo el que lo enfrente… Morirá.

Corriendo por el bosque caminaba un joven, se encontraba seguro, cuando de pronto se encuentra delante del tronco, y unas palabras salen de su boca...

  • Hoy no será.

Continuando su caminar llega a una cabaña donde se notaba salir humo de la chimenea.

  • Hogar dulce hogar – Dice el joven entrando por la puerta.

El solo se sienta en una silla que estaba cerca de la chimenea, suspira, se relaja, piensa en su caminar, lanza una pequeña carcajada ya que debería comprarse un caballo para que lo ayude con el largo viaje de los campos, en donde le trabaja a un granjero, pero es mejor dejarlo así, no quiere llamar la atención con un potro, es mejor pasar desapercibido ya que solo los que tienen esa clase de lujo son los que tienen dinero suficiente para alimentar hasta una hacienda completa y el solo quería monedas para sus necesidades.

Decide comer una sopa de hortalizas que su jefe le regaló con un conejo asado que había cazado en su tiempo libre, mientras se preparaba la comida tomaría un baño en un frío lago que le quedaba a solo 20 metros de su cabaña, el resto sería comer y dormir, así fue, sin nadas más para ese día, así era la rutina diaria de él. ¿Aburrida? Talvez… Pero así lo prefería, no le gusta la emoción, aunque hubo un tiempo que amaba ese cosquilleo en todo su cuerpo, la adrenalina que recorría sus venas, las ganas de luchar y la sensación de nunca rendirse, pero, aunque eso solo fue hace un año, pareciera que ese joven hubiera muerto.

Otro día que pasa, y cae la noche.

Al día siguiente se despierta, pero hoy se siente un poco diferente, como si algo va a cambiar, aunque no le presta atención a esa sensación, hubo muchas veces que la tuvo, y tan solo la dejo morir junto con todas las emociones del día.

Se asea, se arregla, come las sobras del conejo que dejó el día anterior, nada especial, solo lo de siempre, sale a su trabajo, ve la espada en el mismo lugar, las mismas palabras “Hoy no será”.

Y así parte a los campos, un día normal, tranquilo, tal vez…

Al llegar a los campos nota que el jefe de la pequeña aldea que tan solo quedaba a unos kilómetros de la ciudadela estaba hablando con su jefe y la policía militar, es algo raro, ya que ellos solo están en lugares como estos por prisioneros prófugos de alta importancia.

  • Nos llegaron noticias que por estas partes se encuentran un gran número de prófugos del reino – Hablaba uno de los guardias.

  • Pero señor, nosotros servimos a su majestad, no haríamos nada que perjudica a la corona – Hablaba el señor de los campos.

  • ¡Cállese! ¡Y búsqueme a los prófugos antes que quememos todo el lugar! – le grita y lo empuja haciendo que se cayera y se lastimara el hombro.

  • Alto, alto, deténgase por favor… Yo me hago responsable de las acciones – hablaba el señor de la aldea mientras separaba a los Policías y levantaba al señor de los campos – Me llamo Miguel y estos campos están bajo mi cuidado, soy partidario de la corona y estos campos son exclusivos del castillo, no pueden quemarlos, aunque usted quiera.

El joven viendo todo de lejos se percata que solo son un grupo 20 policías militares, pocos para buscar a muchos prófugos, deberían ser solo 2 o 3 personas que escaparon como mucho, a menos que sea alguien muy importante y solo hayan enviado a este grupo de reconocimiento.

Quiere acercarse ya que él ayuda a el señor de los campos en el papeleo gracias a su gran conocimiento en la escritura y su gran redacción de documentos, así que decide ir y revisar el hombro de su jefe, además también tiene conocimiento de medicina básica, lo que cualquier pueblerino sabe claro.

Cuando llega al lugar solo son 5 policías los que están de frente hablando con los señores, el joven sin decir nada se acerca a su jefe, el señor lo ve y sin decir nada solo deja que él lo revise.

  • ¿Quién es este? ¿Y quien le dio permiso a que viniera a esta reunión entre personas de alta importancia? – Dice el Policía con más rango entre los 5 que estaban hablando.

  • Ah, El joven es la mano derecha del señor de estos campos, después de mi hermano, viene el en términos de autoridad – le responde el señor Miguel.

Los otros 4 policías se les queda viendo al joven, sin movimientos bruscos solo se acerca uno y le susurra al oficial con mayor rango. Después de su pequeña charla, levanta la mano y manda a preparar todo para su partida.

  • Disculpe, nos acaban de notificar que nos hemos equivocado de campo, quiero que acepte nuestras más sinceras disculpas, nos debemos retirar – Habla honradamente el Oficial de la Policía Militar.

Sin ninguna acción más, el señor de la aldea acepta las disculpas y decide llevar a los Policías Militares hasta la entrada de los campos.

El joven lleva a su jefe a la casa para atenderlo, para así las señoritas de su casa atiendan su herida.

En eso cuando lo lleva el señor le dice que se tome el día, “aunque apenas es que está comenzando”, piensa él joven.

Cuando esta apunto de entrar al bosque siente que alguien sigue sus pasos, pero, es diferente, es un sigilo demasiado bueno, como si hubiera entrenado toda su vida para eso.

En ese momento presiente un tiro de un arco y lo primero que hace es mover con una gran velocidad su mano a su costado y sacó un cuchillo que con él hace un toque a la punta de la flecha haciendo que se clavara en el árbol que estaba delante de él.

  • Es una flecha bien hecha, muy profesional, aunque tiene sus fallas, aun así, se de donde proviene – dice el joven entre dientes.

En eso nota antorchas que vienen con gran velocidad hacia él, si, son los policías militares, pero esta vez eran más de 20, y todos vienen a caballo.

En eso el sale corriendo al bosque, sin mirar atrás sabe muy bien por donde lo van a atacar, el sonido de los caballos, se acercan más, las flechas pegan contra los árboles, en la mente del joven solo hay dos cosas… “¿Ya es hora?” Y “Esta gente si que tiene mala puntería”.

Cuando de pronto salta sobre una roca, mostrando su gran agilidad se sostiene en una rama y con el brillo del sol hace que un policía se distrajera y lo perdiera de vista, lo único que hizo el joven fue lanzarse sobre el caballo y clavarle el cuchillo al costado del militar, lo tumba de su caballo y sale en dirección de su cabaña, va a alta velocidad, así que ninguno de los policías militares lo alcanza, no conocen el bosque como el, cuando llega lo único que saca es un viejo cofre, no le da tiempo de ponerse su armadura cuando de pronto siente que la temperatura incrementa.

Los policías estaban lanzando flechas encendidas en llamas a su cabaña, lo que le dio tiempo fue de salir por una ventana, correr al lago, salto rápidamente y por suerte pedirle a dios a que no lo encuentren.

Pero su plan no salió como el quería. Los militares habían rodeado casi todo aquel lago, así que tuvo que nadar rápido y llegar a un extremo donde aun no estuvieran, si volteaba vería las flechas como estrellas en el cielo, así que su única opción fue una… No tenia como defenderse, tenía que hacer algo.

  • “La espada en el tronco”.

Solo tuvo que correr poco, ya que no estaba tan lejos y los policías le va a costar un poco pasar una presa que él había hecho para retener las inundaciones.

  • La veo – dijo con un aliento de esperanza, cuando de pronto nota que se acerca un caballo.

Pero el caballo era peculiar, era de la guardia real.

El caballo pasa la espada en el tronco, el guardia saca su espada, preparado para matar el joven lo único que hace es prepararse para una muerte segura, cuando estaba justamente cerca de él, se lanza a un costado y evita el filo de la espada, creando una oportunidad para correr y llegar a la espada.

Cuando toca justamente el mango de la espada voltea y nota que el guardia real está casi encima de él, lo único que pudo hacer es tomar la espada y con todas sus fuerzas la saca del tronco y bloquea el ataque, inmediatamente dándole un contraataque en los talones al guardia.

Cuando se detiene a pensar un poco nota a su alrededor y nota que está rodeado de antorchas.

  • Bueno… Hoy sí era ¿Cómo te va vieja amiga? – Habla mientras sujeta firmemente el mango de su espada y admira que a pesar de estar un año en ese tronco la espada no se oxido o perdió su filo, bueno… casi.

Portada.jpg
Imagen hecha por mi en Photoshop Cs6

Les doy gracias por leer mi historia, y estar aquí apoyándome, gracia mi hermano @PastorJosueR y a @GinWolrd por estar siempre presente… Perdón por lo subirlo el miércoles como prometí pero he tenido problemas de conexión, pero para la próxima semana seré más puntual con mi palabra.


Para los que quieran conocerme mas Aqui mi presentacion y Mi perfil, los esperos...

image.png

Esto es VENEZUELA para el MUNDO

image.png

Coin Marketplace

STEEM 0.15
TRX 0.12
JST 0.025
BTC 55528.94
ETH 2373.33
USDT 1.00
SBD 2.36