Saludos a todos los usuarios de esta comunidad. En especial a @fendit y @belenguerra, quienes llevan el timón de este barco. Hoy me uno al concurso "Historias cortas con un giro". Esta es mi participación. Espero sea de su agrado.

Ella solo escuchaba a The Police, esa famosa banda británica de rock, y el fondo de su pantalla era la torre Eiffel, todo en ella me atraía, su perfume delicado y sensual, sus altísimos tacones, esa costumbre de vestirse de negro, contraste mortal con el blanco de sus piernas, que cuando las cruzaba me dejaba sin respiración.

Pero ni siquiera sabía que yo existía, en tres años de trabajo nunca me miró, mucho menos me dirigió la palabra.
Pero yo la estaba esperando en la bajadita, tarde o temprano su computadora fallaría, como la de todo el mundo, y aquí tendría que caer, en el escritorio del ingeniero en sistemas, el papá de los helados de los software.

Pero el asunto no vino por allí, sino por un pequeño curso que hice de primeros auxilios cuando fui boy scouts.

La miraba yo como siempre por el rabillo del ojo cuando vi que salía un hilo de sangre por su nariz. Mi primera intención fue decirle, pero me paralicé; se percató cuando la primera gota cayó en su teclado, se llevó instintivamente la mano a la nariz, y al mirar su mano manchada de sangre se desmayó.

Cuando se despertó iba en la ambulancia conmigo, abrió los ojos lentamente y se sonrió inexplicablemente, luego dijo:

-¿Me desmayé muy feo, Luis?

-No -le respondí limpiándole de nuevo su nariz.

Luego le dije:

-Pensé que no sabías mi nombre.

-Qué chica no va a saber tu nombre en la empresa; tú, el cerebrito de las computadoras, el chico guapo que no tiene ojos para ninguna de nosotras.

La ambulancia iba a gran velocidad, el sonido de la cautelera me asustaba, ahora la sangre era más copiosa.

-Yo le dije a las muchachas que algún día saldría contigo, sabes? Y mira lo logré, pero nunca pensé que sería en mi último viaje. Me estoy muriendo, ¿sabes? no conoceré París, ni seré tu novia, ni casi nada de lo que soñé.

-¿Qué te pasa? -le pregunté desesperado.

No me respondió.

-Ponme a The Police, anda, quiero escucharlos -me dijo cerrando los ojos.

-Claro -le dije mientras lo buscaba en mi celular -yo sé que es tu preferido.

-Ah -me espiabas -qué buena noticia -dijo abriendo los ojos por última vez.

Estoy en lo más alto de la torre Eiffel, escucho su banda preferida, me acompaña una linda chica, pero no usa ropa negra, ni zapatos altísimos, ni le gusta mucho The Police, me pregunta que por qué me quedé tan callado, y le digo que no sé, que hoy tomaremos un vino rojo, en homenaje a París.

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