Una vez en clases los estudiantes estaban haciendo unas exposiciones. Estas exposiciones solían hacerse en varias tandas. En la tercera tanda, un estudiante deja de hablar y me dice:

• ¿Pasa algo?

Y yo me quedo perpleja. Primero, porque en esa época los estudiantes me tenían miedo y segundo por la naturalidad con la que me aborda.

Yo le digo:

No, no pasa nada ¿Por qué?

Él me dice:

Es que te estás tocando el cabello y cuando haces eso o no te gusta la exposición o estás aburrida.

Yo no me había dado cuenta de eso. Resulta que en ese tiempo yo estaba haciendo una especialización don unos amigos y les cuento y ellos me dicen que sí la tenía y, generalmente, era porque algo me aburría o estaba mal.

Desde ese día, busqué la forma de no hacerlo. Las mañas son una cosa seria, de verdad.