Venezuela Concurso. // Semana 23: Mi amor platónico. por @williang

Cuando iba, vi que a mi lado paso una bella y hermosa niña morena de ojos verde, me impresiono, era la primera vez que la veía, luego en días posteriores merodeaba por el sector con deseo de volver a verla, porque vivía soñando y pensando en ella.

Paso el tiempo, cinco años, y siempre yo me decía donde estará la morena que vi cuando fui a comprar el café, y de repente la veo en una parada de autobuses, no podía creerlo, entonces sin pensarlo dos veces me acerque, la salude, ella me respondió al saludo y le pregunte ¿ Como te llamas? Y respondió Camelia, de allí en adelante entre nosotros comenzó una amistad.

Sin embargo yo pretendía ser mas que una amistad, su novio porque me gustaba desde que la vi , pero no le decía nada por miedo a que me dijera que no, hasta que llego el momento y me decidí y le dije ! Estoy enamorado de ti, ella me respondió! Yo lo presumía, con cierta ironía, seguí platicando con ella por cierto tiempo, hasta que opte en decirle que quería ser su novio, fuel cruel la respuesta “ No, vas volando”, habla con mis padres y dile lo que me has dicho.

Entonces no me acobarde, me llene de valor y concerté una reunión con ellos, en presencia de camelia le manifesté el gran amor que sentía por su hija, y que quería casarme, a Camelia no le gusto la idea y me dijo que no me veía como novio, sino como un gran amigo, y que solo podíamos ser eso, yo me decepcione porque pensé que le gustaba y me había mandado hablar con sus padres para formalizar el noviazgo , pero no era la realidad, no le gustaba como novio.

Llegue a la casa triste, pero con ganas de seguir viéndola para conseguir su amor, comencé a visitarla, ella fue cambiando y me decía cosas bonitas e incluso me agarraba la mano y su mirada era distinta se veía amorosa, al cabo de ocho(8) meses a camelia le comenzaron unos dolores de cabeza.

Fuimos al medico varias veces no le diagnosticaban nada, entonces sus padres se la llevaron a Caracas, para que la vieran unos especialistas, pasaron veinte día sin saber de ella y me desesperaba por verla, luego a los 28 días, por boca de un amigo que había llegado de Caracas, supe que camelia había muerto, eso me puso muy mal, porque la amaba y todo quedo en un sueño. “Adios Camelia.”

Gracias amigos, por leerme y apoyarme, espero que allá sido de su agrado, aunque la historia es triste; pero yo me voy al presente.