Venezuela Concurso / Semana 17 / Mi vida es un cuento / @tdlcgg

Feliz y bendecido día a todos los compañeros de la comunidad de #venezolanossteem, gracias a la amiga @soyliliena por este concurso, donde reflejamos nuestro día a día. Está de más decir que la vida nos ha cambiado a todos, donde la situación del país y la propagación del covid-19 pareciera que nos está consumiendo. Además de que debemos adaptarnos a un nuevo estilo de vida donde estamos en una semana radical y una semana flexible.

Mis días en semana flexible empiezan conmigo despertando a las 5:00am, primeramente, dando gracias a Dios por un día más de vida. Voy al baño a mi aseo personal, hago el desayuno y luego prepararme para ir a mí trabajo.

Salgo de mi casa en una larga caminata aproximadamente 30 minutos a mi sitio de trabajo. Como soy Docente asisto al preescolar 2 días en la semana, al llegar doy los buenos días a todo el personal que se encuentre en el preescolar y luego reunirme con mis compañeras de trabajo a realizar las actividades pedagógicas de los niños y dar orientaciones a los padres y representantes que asisten al preescolar. Así como también hacer la cartelera del mes que nos corresponda o decorar las puertas de la institución.

Una vez que termino mi labor en el preescolar y aprovechando la semana flexible me dirijo al banco, algunas veces no hay cola, por lo que eso me genera alivio, sin embargo, hay otros días en los que me toca hacer una cola muy larga. Luego que salgo del banco aprovecho para ir a los comercios a comprar la comida y lo que haga falta en casa. De regreso paso por casa de mi madre y luego me voy a mi casa, ya que vivimos muy cerca.

Al llegar a mi hogar empiezo a hacer el almuerzo, y a esperar a que llegue el agua. Una de las problemáticas que afecta el lugar donde vivo es el agua, ya que la envían solo los días lunes aproximadamente desde la 1pm hasta el día martes a las 7:00am y en el transcurso de esas horas estoy rogando a Dios que no se vaya la luz porque si no paso toda la semana sin agua, hasta que vuelva a llegar ese día. Así que aprovechando al máximo esas horas, empiezo con mi odisea de llenar el tanque, lavar ropa, baño, limpiar la casa, regar las plantas, entre otras, todo casi que, al mismo tiempo, la verdad es que pasar por todo eso es un poco estresante, es como que si siempre estuviera trabajando sobre la hora o con la zozobra de quedarme sin agua en cualquier momento. Ya para la tarde estoy muy cansada, así que me acuesto a ver tv a descansar un poco y luego hago la cena.

En la noche mientras hago la cena converso a mi esposo de todo lo que hicimos durante el día o lo que nos faltó por hacer y planificar lo que haremos el día siguiente.

Y bueno, amigos, así empieza mi semana de flexibilización, es muy agitada, pero, luego uno se acostumbra al movimiento, puesto a que no hay mucho más que hacer con el Coronavirus rondando por ahí y la situación del país restringiéndonos mucho más.