Saludos a toda la comunidad de Steemit, en especial a la de #venezolanossteem. Esta publicación tiene dos propósitos: uno, apoyar de manera honorífica a mi amiga @isauris, en su concurso de cocina creativa, y dos, comenzar mi ruta de publicación 100% Power Up, para respaldar la iniciativa de @cachetes-27, con lo cual estaríamos trazando una brecha de crecimiento orgánico particular, pero también grupal.

Quiero decirles que me tomé las instrucciones de este concurso de manera literal. Por tanto, la receta que les presento hoy está sacadita del horno, ya que nunca antes había hecho esta mezcla de productos. Mi amiga @isauris nos pidió que abriéramos la nevera y la despensa para que evaluáramos lo que tuviéramos en ellas y creáramos una cena o una merienda rica. Cuando leí la propuesta tenía en mi mesa de trabajo: un plato con casabe tostado y tajaditas de plátano frito. Me gusta comer esto y me calma el hambre. Así que me dije: ¿Cómo quedará una torta de casabe con plátano frito? Y zuás... salió la receta que paso a compartir con ustedes:

Si observan, el plátano tiene la concha marchita. La verdad es que le esperaba la papelera, ya que solo me gusta el plátano pintón. Pero he leído que mientras estos están súper maduros son mejores para hacer dulces. Otro detalle es que cuando compro papelón lo coloco en un envase con agua para que se deslía. Como no me quedaban muchos huevos, solo utilicé uno. En mi casa no falta el casabe, pues es bastante económico y nos saca de aprietos.

Colé el papelón que tengo en mi envase y allí puse a remojar el casabe (No precisé la cantidad. Esto lo hice "al ojo por ciento". Mi objetivo era que el papelón se hiciera una pasta con el papelón:

Mientras esto ocurría, piqué mi plátano en rodajas y lo puse a freír (para eso era el aceite). Una vez estuvo frito, hice un puré.

Como han de observar esta no es una mezcla homogénea, pues se notan los trocitos de plátano frito y de casabe. Una vez mezclados estos productos, procedí a echarle la harina de trigo para que compactara.

Esto también lo hice "al ojo por ciento". Mi idea era que quedara una mezcla durita. En virtud de que no quería hacer la torta en el horno, sino en la sartén, pues en el país el gas doméstico escasea. Para lograr esto, dejé reposar la mezcla y estaba pendiente de que adquiriera una textura durita.

La torta se cocinaría en sartén y en cocina eléctrica. Así que puse a calentar un caldero viejito que tengo, herencia de mi madre, le eché aceite y luego le espolvoree harina de trigo.

Tapé la torta y como a las veinte minutos comenzó a oler a torta. Me dije: "El invento funciona". Como a la hora metí un palito de madera y salió limpio, entonces la saqué y así quedó:

Terminé la torta como a las doce de la noche; y a esa hora no me atreví a probarla. Así que la sometí a otra prueba: la nevera. Cuando llegó mi hermana en la mañana para tomarnos nuestro acostumbrado café, le serví un pedazo de torta y me dijo que estaba rica, que sabía a merienda; y que se le sentían todos sabores menos el del casabe, pero este ingrediente le dio una textura agradable. Así que se la recomiendo. Ya iré perfeccionando la receta; mi hermana me sugirió echarle un clavito de olor al papelón. Eso lo tengo pendiente.