Impecable es esta voz del toro, que resulta mucho más racional que la de los hombres.
El final es perfecto. Ciertamente, las damas que están en el palco lucen impactadas por lo que ocurre en el terreno.
Quizás el toro arremetió contra su agresor y, con su gesto en defensa propia, vengó a todos sus ancestros quienes, al igual que él, añoraban vivir rodeados de vacas y comiendo pasto verde.
Me encantó leerte, herma. Gracias por estar.
Te quiero...gracias por vos.