Las mujeres somos unas muñecas rusas: grandes y pequeñas; iguales y diferentes; multifacéticas y temperamentales. Todos los días son distintos en una vida de mujer. Eso nos hace ser diferentes. Es una magia de la genética, que nos hace indescifrables, enigmáticas y misteriosas. Un mismo corazón que late y siente, de acuerdo con las circunstancias. Gracias, amiga bella, por tu excelente participación en esta segunda semana de arte y escritura. Un abrazo.