Todo libro o cortometraje como este de Piper siempre nos dejan enseñanzas, y nos permiten recordar algunos saberes aprendidos. Por eso he decidido disertar sobre "El valor de educar".

Cuando cursé la asignatura "Filosofía de la Educación", en la Universidad de Oriente, Núcleo de Sucre, mi profesora Miriam Cerezo (QEPD) nos habló de los "Socráticos". Ella centraba sus clases en Sócrates, Platón y Aristóteles. Esta tríada que marcó la educación de casi toda una humanidad tenía ciertos preceptos sobre cómo había que educar bien a los niños; y me permito citar en este espacio, uno de los planteamientos más polémicos que se generó en esa clase de hace 32 años, ya que el cortometraje de Piper me devolvió a ese momento:

De acuerdo con "los Socráticos", los niños debían ser separados de sus padres desde los primeros años de edad y ser entregados a sus maestros, quienes se encargarían de su educación en todas las áreas. Este "destete", término proveniente de "destetar", obligaba al niño a "ser él mismo", sin sobreprotección, pues de acuerdo con estos filósofos, que no tenían "pelos en la lengua", si eso no ocurría "Se formaban chicos estúpidos", incapaces de pensar y de actuar con independencia. ¿Hasta qué punto los socráticos tenían razón?

Yo creo que sus planteamientos educativos eran, son y serán TOTAlMENTE CIERTOS. Los seres humanos somos seres vivos racionales. En tal sentido, esa racionalidad nos ha de servir para hacer como "Piper y conseguir nuestros alimentos, para caminar solos, para enfrentar adversidades y aprender de ellas". Pero la bendita racionalidad también nos hace ser muy "afectivos", entonces las madres dicen que"no tienen corazón" para ver a sus "polluelos" pasar necesidades. Por eso hay que darles todo, no solo en la infancia, sino a lo largo de sus vidas.

Tengo 51 años. No tuve hijos, pues nunca me sentí preparada para asumir ese compromiso tan grande. Sin embargo, "este descorazonamiento de no haber dado a luz", me ha hecho entender ciertas cosas, sobre todo cuando comparto con amigas "Súper mamá" que, según mi calificación, son "súper amorosas y súper protectoras". Con estas amigas he tenido algunos debates, a partir de los planteamientos de los Socráticos; les he dicho, en algunas ocasiones, cosas severas del tenor: ¿Crees que tu mamá no te quería? ¿Te acuerdas que ella nunca te llevó a la escuela, sino que te advertía que no debías pararte en el camino ni aceptar invitaciones de nadie que se ofreciera a darte un aventón? ¿Te acuerdas que te regañaba y te castigaba si llegabas tarde de la escuela? ¿Por qué ahora tienes que salir corriendo a buscar a tu hijo adolescente al liceo? ¿No lo crees capaz de venirse a casa por su cuenta?

La respuesta infaltable es: "Estos son otros tiempos. Ahorita hay más peligro".

Mi respuesta a tal aseveración siempre va a depender de lo que esté tomado. Es decir, si lo que compartimos es un café, soy decente, y trato de ofrecer argumentos decentes; pero si estoy bebiendo cerveza, digo:

No es cuestión de tiempo; es cuestión de estupidez. Han convertido a sus hijos en chicos incapaces de pensar y de actuar, jajaja.

Al final de estos debates entre amigas, hay una sentencia hacia mí y hacia los Socráticos:

Ni tú ni ellos fueron padres. Así que no saben de lo que hablan, jajaja.

Yo respondo siempre lo mismo:

Por eso decidí no tener hijos, porque actuaría de espaldas a lo que he estudiado, y a lo que creo.

Todo este ensayo que surgió a raíz de este cortometraje, me permite una vez más evaluar todo lo relacionado con la educación de los niños; y una vez más confirmo la idea de que: "Los padres analfabetas sabían cómo ayudar a sus hijos a ser independientes; en cambio, los padres cultos y bien formados, como son la mayoría ahora, no ayudan a sus hijos a crecer seguros e independientes".

Sé que esta participación mía puede generar muchos comentarios a favor o en contra. Acá entre nos les digo: "Nunca salgo vencedora en los debates con mis amigas; claro, yo soy la única que no tiene hijos", jajaja.

Me encantaría invitar a @crisvera, @mvchacin y @karianaporras. Aquí la información

Este es el cortometraje: