Apreciados lectores de Steemit, con este relato frente al mar participo en el Venezuela Concurso/Segunda edición/ Siente la Naturaleza, creado por @evagavilan, en los espacios de Venezolanos Steem, la Casa Grande de los Sueños, que coordinan @marcybetancourt y @solperez.

Espero que sea de su agrado.

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El corazón de la mar

Ellos siempre vuelven al mar. Los dos ancianos permanecen en silencio, con las manos anudadas, escuchando sus oleajes frente al mar. Los hálitos del atardecer tiñen el nebular paisaje con los colores de la nostalgia y el espléndido aullido de la noche se enreda entre los árboles. La playa a esta hora se ha convertido en un musical desierto. Los niños que levantaban castillos de arena ya no están aquí, se han ido. También se han ido los jóvenes que retozaban como ángeles encendidos entre las aguas y los señores que correteaban tras sus anhelos. Ahora la sombra de dos aves migratorias pasa sobre ellos y la pureza del cielo ilumina sus miradas. Allá, detrás de aquel horizonte empieza a asomar el faro ardiente de la luna.

Ellos siempre vuelven al mar. En cada plenilunio de mayo los dos ancianos se encuentran para permanecer en silencio con las manos enlazadas. Ellos no necesitan más palabras que el oleaje del mar. Hace mucho tiempo el destino los reunió un atardecer en esta playa donde ella llegó a recoger piedras, caracolas, conchas y residuos de estrellas. Él había adoptado como costumbre venir a contemplar la creación, el estallido y la recreación de las olas. Una tarde ella se pinchó el dedo con un erizo de mar y él acudió a ella para socorrerla. Él apretó la herida. La sangre probó sus labios.

Ellos siempre vuelven al mar. Después de tanto tiempo infinito han aprendido a escuchar el corazón de la mar, escuchan sus oleajes, escuchan sus latidos, saben que el universo bate sus olas. Las horas son espuma que se desvanece entre los dedos. A lo lejos algo parece moverse entre la mar y el cielo. Se tiene la visión de un barco con sus velas blancas provocando al viento. Aquello pudiera ser también un espejismo del espacio en la distancia, una ilusión danzante de la luna, el emblema de sus sueños. Ante sus miradas, el tiempo es azul con manchas verdes. Ahora oscurece y ellos se encuentran con las manos anudadas. Tienen la misma edad del mar, la misma sangre corre por ellos. Están solos ante la inmensidad.

_{Quiero agradecer a Venezolanos Steem,
la Casa de los Grandes Sueños,
por abrirle sus puertas
a nuestras imágenes y letras.}

_{Todas las fotografías
son de mi propiedad}