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Una imagen, un poema #1: Nadie ve a la niña

Con sus zapaticos blancos y su vestido azul,
la niña muy pálida camina entre la gente.
No sonríe, solo llora y mira de frente,
mientras sus ojos oscurecidos vagan sin luz.

Quién le habrá hecho daño a esa pobre inocente,
dónde está la madre, el padre, una mano que la lleve.
Camina sola y parece invisible:
nadie la llama, nadie la cuida, es incomprensible.

Cómo hay una niña tan pequeña en mitad de la calle,
cómo hay una niña inocente sin nadie,
cómo una cara tan pequeña tan llena de dolor,
dónde está la alegría, donde está el color.

Antes tampoco la veían
y eran sordos a su llanto:
la niña grita, la niña tiene miedo,
la niña se esconde por un largo rato
Pero las garras asesinas
la agarran por los brazos,
le tapan la boca, le tapan los ojos
y después en un breve aleteo, mueren los pájaros.

Y ahí va la niña con el mismo vestido
y con los mismos zapatos
esperando que el mundo haga justicia
y elimine a los malos.
Mientras su sombra, poco a poco,
se va evaporando.
Solo es el fantasma de una niña
que entre la gente va llorando.

HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS