Mi amigo el árbol | Los árboles, nunca dejan de moverse (Ficción)

No pudo sentirse un poco inquieto, aunque de momento pensó que le estaba jugando una broma. Miguel recogió el pendiente y lo observó detenidamente, pero luego se detuvo a pensar: ¿Por qué dejaría Claudia su pendiente aquí?, se hizo esa pregunta, mientras miraba a su alrededor, buscando algún indicio de ella, a ver si la encontraba detrás de algún árbol. Ese parque, con sus árboles frondosos, parecía guardar secretos en cada rincón.

De pronto, un crujido de ramas rompió el silencio. Miguel se volteó rápidamente, tratando de localizar la fuente del sonido, pensando que finalmente Claudia había parecido, pero no vio a nadie. El aire se volvió más frío, y sintió una sensación de ser observado. Se giró de nuevo hacia el banco, decidido a esperar un poco más, aunque algo en su interior le decía que se fuera, pero no lo hizo.

Justo en ese momento, sintió un golpe violento en la cabeza. Cayó al suelo, desorientado, viendo cómo el mundo a su alrededor se volvía borroso. Con las pocas fuerzas que le quedaban, intentó levantarse, pero su cuerpo no respondía. Las ramas del inmenso árbol cercano se movían suavemente con el viento, como si danzaran en una macabra celebración. Sus ojos, pesados, intentaron enfocarse en algo, cualquier cosa, pero la oscuridad fue lo que se apoderó de su visión.

El sonido de sus latidos retumbaba en sus oídos, cada vez más lento. Sentía cómo su consciencia se desvanecía. De repente, un susurro apenas audible llegó a sus oídos. No entendió que decían esas palabras, pero reconoció la voz. Era Claudia. Intentó llamarla, pero ningún sonido salió de su boca. Sus ojos finalmente se cerraron, y el silencio lo envolvió por completo.

Horas después, la policía encontró el cuerpo de Miguel, sin vida, junto al banco. No había señales de lucha, excepto por el pendiente que aún sostenía en su mano. Las autoridades investigaron, pero no encontraron rastros de Claudia. Era como si hubiera desaparecido sin dejar rastro alguno.

Los rumores comenzaron a correr entre los vecinos. Como era de esperar, empezaron a surgir historias para dar explicación a ese extraño evento. Algunos decían haber visto una figura femenina rondando el parque en las noches posteriores, otros hablaban de una maldición antigua ligada a aquel lugar. Pero la verdad, como tantas veces, se perdió en las sombras.

Nada se supo de Claudia, los padres aún siguen buscándola, con la esperanza de encontrarla algún día.

_{De mi autoría / Captada con mi cámara Canon EOS M6 Mark II}

Desde ese lugar en el parque, si te acuestas en ese mismo banco, viendo el cielo, te percatarás de que las nubes siempre se ven grises, y los árboles y sus ramas, a pesar de que no haya viento, nunca dejan de moverse.

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_{Nota: debo decir que no estaba al tanto de que el Día del Árbol y el Día Internacional del Ambiente habían sido celebrados recientemente, pero siempre esbueno enterarse de estas fechas importantes. Aproveché la oportunidad de compartir algunas imágenes que pude captar hace algunos meses en el parque Simón Bolivar de Bogotá para particpar en el Concurso | Mi amigo el árbol que tienen las amigas de Venezolanos Steem. Aprovecho la oportunidad de invitar a mi amigo @dove11, seguro que tiene unas estupendas fotos de árboles, también me gustaría invitar a participar a @theatrorve, @franyeligonzalez y a @alanasteemit}

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