Las corrientes de la vida son divergentes y varias. Amenazan con llevarte a puertos desconocidos, indeseados e incluso, te arrastrarían a mares y océanos sin nombre de profundidad dudosa y poblados de especies desconocidas.

Te recomiendo no perder la compostura, no tomar decisiones precipitadas. En vez de eso, aléjate de todo y todos. Date un tiempo para relajarte y pensar cuando no estés tan turbado por la crisis. Toma tus juguetes, crea historias imaginarias con ellos. Una obra de teatro para aislarte de la realidad.

Cuando estés preparado para decidirte, que sea porque lo meditaste con calma y no movido por la ira o la tristeza.