Naturaleza IV
Hola a todos.
Esta es la cuarta serie de mis poemas Naturaleza. En esta ocasión decidí salir del mar y volver al bosque para dedicarle un par de trovas a un lepidóptero y un hongo basidiomiceto que me gustan desde que los vi por primera vez.
Fuente
Morpho peleides
Te miramos con estos ojos. No confiamos en lo que dices ni en lo que haces. La vida es ella misma. Sólo parece corta cuando somos viejos y cedemos a la tentación de mirar hacia atrás.
No podemos parpadear.
No queremos parpadear.
La edad adulta nos acerca a la muerte.
No hay nada romántico en la reproducción. Las generaciones siguientes también deberán vivir a toda prisa. Nuestra carne es jugosa. Una larva dentro de otra vive de forma figurativa. Las enzimas y las proteínas sustentan la vida del ganador.
Amanita muscaria
Es difícil abrir la mente. Permitir que la llave correcta penetre y que el cilindro se active y que podamos ver lo que siempre ha estado ahí.
La naturaleza es tan rica en belleza y ejemplos de sabiduría. Relacionaste la morfología de las mariposas con expresiones poéticas, me encantó.
Ese cilindro de la base del hongo siempre está bajo la sombra de ese paraguas que no lo deja ver mucho más a plenitud.
Un gusto leerte
Desde que vi la Morpho Peleides hace años me enamoré de ella. No es sino hasta ahora que soy capaz de hablar de ella en un poema.
El cilindro al que me refiero es el que forma parte del mecanismo de las cerraduras. Si pones la llave correcta, este se abre. La base del hongo se llama estípite.
Gracias por leer.
Ah, ahora entiendo lo del cilindro. Gracias a ti
De nada.