Saludos, mis estimados amigos de la familia Steemit, especialmente a @charjaim presentadora del presente concurso en la comunidad de #Venezolanossteem, saludos también a @solperez, @marcybetancourt y @fjjrg.

Hoy aquí quiero dejarles estos relatos acerca del tema “La Confusión” concurso propuesto por @charjaim en la semana No. 5, aquí a quien le agradezco la oportunidad y felicito por tan interesante concurso.

Partiendo del significado de la palabra confusión, a saber: desorden, falta de claridad, equivocación, entre otras, me atrevo a decir que la mayoría de las personas, por no decir todas, hemos tenido momentos de confusiones en nuestras vidas. En mi caso particular las he experimentado, así que de seguida les cuento de ellas.

Siendo adolescente, me ocurrió que estando buscando una botella que contenía cloro, y que necesitaba para asear la poceta y lavamanos en la sala de baño de mi casa, hallé una parecida que al destaparla y olerla me llevé la sorpresa de que se trataba de amoníaco, el cual me dejó sin respiración y me puso la vista borrosa, no podía hablar, y gracias a Dios que mi madre se apareció y me auxilió echándome agua fría en la cabeza, lo que me permitió volver en mí, y pude decirle a ella sobre mi confusión.

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También tuve una experiencia, siendo el día de los enamorados del año 1978, en compañía de un amigo de nombre Alexis, quien tocaba su guitarra, cuyo hecho se originó cuando esa noche como a las once, le pedí que fuéramos a darle una serenata a una joven de nombre Carmencita, a quien en días anteriores había conocido en una fiesta y quien me dio su dirección para cuando quisiera visitarla, pues me atreví a llegar a la supuesta dirección y le cantamos dos canciones; y ¿saben qué? Quien nos salió por la ventana fue un septuagenario, en interiores, y me preguntó: “¿Qué lo trajo a darme esa serenata? Yo no lo conozco”. ¡Caray! Me dio vergüenza y solo alcancé a disculparme y decirle que creí que allí vivía Carmencita, a lo que me dijo que esa tal jovencita vivía detrás de su casa. Ja,ja,ja, ¡Qué chasco!

_{Imagen de archivo personal, fotografía actual. Aún cantando con mi guitarra.}

En otra ocasión, siendo el 31 de diciembre, pasadas las doce de la noche, salí de casa a dar feliz año a mis vecinos, cuando al final de mi calle a una distancia considerable, vi que se acercaba un señor muy amigo mío de nombre Fabián, (eso creí yo), él se metió en una casa de otros amigos y yo emocionado me le acerqué por detrás y le grité: ¡Feliz año, amigo Fabián! Pues resultó que era otra persona, pero demasiado parecida. Él me saludo sorprendido y confuso y yo tuve que pedirle disculpa por mi equivocación.

En otra oportunidad, por allá en los años noventa, siendo martes de carnaval, y andando con mi amigo Arecio, en su recién comprado vehículo Malibú de color blanco, nos dirigimos al Círculo Militar ubicado en la avenida Las Delicias de Maracay y me ocurrió esto: estando los dos compartiendo una cervecita fría en la barra de la tasca, mi amigo Arecio me dijo de repente que su cartera se le había quedado en el vehículo y me dio las llaves para que se la buscara. Salí hacia el estacionamiento para localizar el vehículo, lo hallé e introduje la llave y la puerta se abrió, y empecé a buscar debajo de los asientos la cartera y no la encontré. Salí apurado a encontrarme con mi amigo y este salió conmigo a ver qué pasó con su cartera, resultando que al ver el vehículo que le mostré, riéndose a carcajadas me dijo que ese no era su carro, aunque eran igualitos y que el de él estaba aparcado en otro espacio. Ja,ja. En este último hecho de verdad que sentí temor porque imaginé qué me hubiera pasado si el dueño del vehículo que confundí se hubiese aparecido y me hubiera denunciado como ladrón. Gracias a Dios que solo fue un susto pero que me sirvió para aprender cómo a veces uno comete errores por confundirse.

Hasta aquí mi relato, el cual espero les haya gustado. Hasta una próxima ocasión. Aprovecho para desearle a @charjaim mucho éxito en sus proyectos, planes y sueños.