Me pasó en la juventud. Todo era tan feliz, un montón de amigos, salidas, pero lo más importante eran las conversaciones de otro nivel, super interesantes. Eso me volvía loco; personas con tanta conexión. No sabía que en la vida sería difícil encontrar nuevas personas tan fascinantes. En esto, una chica, Marta, era de una personalidad muy decidida e inteligente. Era como si fuera un paso adelante y hizo algo que yo creí que venía con onda, pero era porque yo, el Don Juan creído, pensaba que de aquí para allá. Un día hablamos y me rechazó en la cara. ¡Paaa! Golpazo. Salí de ahí medio desorientado y no sé por qué necesitaba gritar, y ahí llego.

La canción "Muñeca Cruel" de Enrique Iglesias porque fue un acto cruel dejarme ahí tirado, sin nada. Uno dedica mucho tiempo a una persona y espera los frutos de eso, y no llega nada. Eso pega en el alma, tal es así que lo recuerdo todo tan bien, pese al paso del tiempo. Ya una historia de tan atrás, quien sabe qué hubiera pasado. Tal vez el amor verdadero fue y no volvió.

Tenía unos 20 años, un pavote. Si alguien no tenía idea de lo que era la vida real, era yo. Será por eso que me gusta la ciencia ficción, porque vivía en una nube. Me decía: "¿Por qué no te volvés normal?". Algo raro tenía. Se ve todo en esa época. Era por la radio, pero yo tenía el casete. Lo había comprado, así que siempre me gustó Enrique Iglesias y la mayoría de sus temas. Sí, la canté con asco, porque fue tal el desprecio que me sentí que no valía nada.

Tengo que decir que la música sí me emociona y trae todo otra vez. Te quedas atrapado en una canción, y esa época queda como un mal trago que repercute siempre. Te derrumba, y te das cuenta de que tal vez era amor verdadero que fue despreciado, dejado tirado como sin valor. Tal vez se dio cuenta de que no era tan valioso, por eso escapó corriendo de mí.