Desde hace un tiempo me encuentro viviendo sola en mi casa, estoy así desde que mis hijos decidieron salir del país en busca de un mejor futuro. Sin embargo lo que no sabía es que la espera por volverlos a ver se iba a sentir eterna.

En medio de la soledad busque ocuparme por hacer un bien y decidí adoptar un niño de 8 años, llamado Josué, aunque fue muy poco el tiempo que compartí con él, la pasamos muy bien. Vivimos momentos gratos, y le agradezco a Dios haberme permitido regalarle un poco de felicidad a este niño que por desdicha crece en un entorno no muy favorable, solo pude tenerlo por tres meses, pero en ese tiempo vivimos muchas alegrías.

Josué conmigo aprendió a leer, fuimos de paseo, y recibió muchos regalos, desde una simples burbujas que le hicieron muy feliz, hasta un equipaje completo de ropas y zapatos gracias a Dios y a muchas personas que me colaboraron, lo llevé a comer perro caliente, y hamburguesa que nunca las había probado.

Verle su sonrisa de felicidad era también mi felicidad, haber podido compartir con él me trajo además de compañía buenas enseñanzas, a pesar de que soy madre de dos adultos, con Josué seguí adquiriendo conocimientos de cómo ser una mejor madre cada día.

Como ya les mencione tengo dos hijos que no están conmigo y también tengo un nieto que quiero mucho, que extraño mucho y añoro volver a ver, la ausencia de mis hijos y mi nieto me hace desear la compañía de un niño y por tal razón me traje a Josué conmigo, pero no solo me disfrute la compañía de Josué sino que compartí con la familia completa, los tres hermanitos de Josué, con quienes me sentí muy feliz de tenerlos aunque fuera por un solo día, Valeria de 6 años, Samuel de tres y Jhosua de tan solo dos meses.

Desde el momento en que Josué se vino a vivir conmigo mi prioridad hacía él fue poderle enseñar a leer y escribir, tuve la oportunidad de matricularlo también en la escuela y que se incentivara a estudiar, fue algo bastante difícil pues porque a él nunca lo inculcaron para que estudiara, y no había nada que lo animara a seguir aprendiendo. Sin embargo, pude ver su evolución y a pesar de que le falto mucho por aprender conmigo, se que todo el esfuerzo no fue en vano, pudo adquirir conocimientos rápidamente. Es un niño sumamente inteligente pero lastimosamente sin los recursos para avanzar en los estudios.

Quien me emocionó mucho fue Jhosua, el bebé, lo cuidé un par de veces y despertó en mi nuevamente ese instinto maternal, volví a tener el deseo de tener un bebe. De verdad que si yo pudiera tener las posibilidades económicas para mantener estos niños lo haría con mucho gusto sobre todo el bebé de meses, disfrutaría comprando todo lo de bebé, como lo hice con mis hijos y mi nieto. La verdad los niños son una bendición y traen felicidad a mi corazón pero lo triste es no poder sostenerlos económicamente, por ese motivo devolví tristemente a Josué.

Me despido queridos amigos, feliz de haber compartido con ustedes un pedazo de mi vida, ahora sigo en Venezuela pero pronto estaré con mis hijos y mi nieto Neymar Andrés, quien me contó en estos días que ya sabe leer, me mandó un audio leyendo unas adivinanzas y eso me hace muy feliz.

Solo puedo esperar en Dios a que nos reencontremos en el momento que sea más oportuno para todos.

Gracias por leer, hasta la próxima.

Todas las imagenes son de mi propiedad, hechas con mi teléfono LG Phoenix 3