Son grandes y hermosas experiencias. Nunca es tarde para aprender a jugar y tampoco para volver a hacerlo, me acuerdo que en la universidad donde daba clases se hizo un campeonato de trompo y otro de metras y se formó una tradición, todos los aniversarios se hacía el torneo donde participabamos incluso profesores, personal administrativo y directivo de la institución, y reíamos... jajajajaja
Que bonito es recordar.
Gracias por su publicación.