Con respecto a la música colombiana, tal vez lo más conocido acá en Venezuela es el vallenato, un género que nació a lo largo de la costa caribeña del país vecino, de ritmo pegajoso y letras pintorescas, jocosas y a veces apasionadas, logró calar en muchos de los amantes de la música latina tanto de Venezuela como de otros países.

Al igual que las clásicas rancheras interpretadas por el famoso don Antonio Aguilar, las letras del vallenato no escapan de lo mismo y nos narran toda una serie de historias simpáticas y entretenidas. De allí que el escritor colombiano Gabriel García Márquez le comentó al flamante compositor de vallenatos Rafael Escalona, que toda su novela “100 años de soledad” en realidad era la letra de un vallenato. Con eso daba a entender que la secuencia de chistes y anécdotas de dicha novela se basaban en historias de la vida real que García Márquez llevaba en la memoria y que logró entremezclar de un modo magistral. Todo lo cual le sirvió para ganar el Premio Nobel de Literatura.

Según se dice, cuando el hombre fue a recibir el Nobel a Noruega, le acompañaron el maestro Rafael Escalona y un grupo de vallenato, quienes, para celebrar, interpretaron unas cuantas piezas musicales una vez que terminó la ceremonia.

Años más tarde, a quien escribe le tocó ver una telenovela colombiana llamada “Escalona”, la cual fue protagonizada por el actor y cantante Carlos Vives. Más que una telenovela se trató de un verdadero musical y cada uno de sus capítulos se basaba en lo que contaban las canciones del legendario compositor colombiano. Dicha novela lanzó a Vives al estrellato, de allí que vale la pena compartir por lo menos una de aquellas canciones inolvidables.