Venezuela Concurso/Semana 37/ Carta al cielo/ @cruzamilcar63
Mis hermanos de Venezolanos Steem:
Ante todo espero que se encuentren bien y que, como siempre, su estadía en la casa de los sueños posibles represente un periplo maravilloso que agrega sublimes encantos a la existencia.
Por mi parte les contaré que hoy acudo a esta hermosa comunidad para participar el el Concurso, denominado por su moderadora, @solperez, con el sugerente nombre de Carta al cielo. Con el fin de cumplir con sus transparentes lineamientos, redacté una misiva que deseo, con especial ilusión, que llegue lo más pronto posible a su destino.
Fuente Modificada con PowerPoint
Mi querida Madre, apreciada Maíta:
A veces las palabras no alcanzan para decirte cuánto te extraño, porque sufrimos ausencias, existen sentimientos para los cuales las definiciones aportan apenas vagas sugerencias nominales que intentan etiquetar aquello que solo comprende un alma cuando el inconmensurable vacío sustituye la bendita presencia de una madre con los recuerdos.
Hace ya muchos años que te fuiste a encontrar con el Dios que amaste desde este valle de lágrimas, el Dios eterno al que le ofrendaste las plegarias de tu corazón y la íntegra existencia de una vida ejemplar. Desde ese triste día, el mundo ha pasado por un sinfín de avatares que ha convulsionado nuestro entorno y lo ha colmado de múltiples señuelos que nos invitan desesperadamente a sentir la hora actual como lo único que importa para ser feliz, mientras que esperamos la ilusión de un futuro virtual en el que lo desmesurado y lo instantáneo prevalecerán sobre todas las cosas. Se trata de algo completamente opuesto a las enseñanzas de amor y tradición familiar que me inculcaste, sin embargo, yo he tenido que acoplarme a estos desenfrenos que impone la realidad porque, a fin de cuentas, debo ser un hombre de mi época, me he visto en la necesidad de sumergirme en las portátiles intransigencias que me dictan las circunstancias, con la finalidad de hacer creíble los disfraces que debo exhibir para quienes solo miran la superficie.
He pensado, muchas veces, cómo no, que traiciono tu impecable legado de integridad; ocurre, sobre todo, cuando la tristeza, con esa devastación que inevitablemente me conduce al agua bendita de tus consejos, me reitera la esencia de tus principios, la simple transparencia de tus dictámenes que no dejaban ni un resquicio para la duda. Durante esos relámpagos de intranquilidad culposa, percibo la mirada recriminatoria de tus ojos expresando el desacuerdo con mi proceder y las resonancias de tu amor exigiéndome que busque el camino adecuado para que el arrepentimiento no se convierta en una opción de mi horizonte.
Después cuando, desde otra perspectiva, la reflexión acude a desenredar los altibajos de mi inquisitorial autoevaluación moral, fluye desde tu comprensión maternal el empírico bálsamo que se derrama sobre el abecedario de mis acciones para advertirme, con severidad, que la vida sigue siendo un tablero donde las reglas del juego están bien claras, que tus lecciones forman parte de ese diáfano quehacer por el que yo camino, sorteando circunstancias, pero sin despegar la vista del faro luminoso que me dejó tu huella… Y me quedo, madre mía, con esta última impresión, porque te aseguro que mis otras elucubraciones solo son devaneos para sopesar, en mi orgullo, la grandeza de tu legado.
Bendígame desde el cielo, Maíta.
Nota:La publicación está configurada para consignar el 15% a esta comunidad.
Tu maíta al leer esta carta, seguro esbozará una amorosa y tierna sonrisa, y dirá: Ese es mi Cruz, mi niño bueno, mi ángel hecho de versos y canciones. Mi eterno trovador, mi orgullo. El que nunca pierde la fe, y se aferra a mi recuerdo como Jesús a María ante el sufrimiento.
Esta carta es una joya literaria. Gracias por abrirnos una vez más tu corazón.
Gracias a ti, amiga, por las bonitas palabras que viertes en ese comentario... La verdad es que no se puede escribir una carta, cuyo destino es el cielo, de otra manera: hay que abrir el corazón.
Alguna vez sintió que alguine ecribía por ud, eso me ha psado con su carta, que la escribió con mi sentir, una hermosura de combinación de palabras reflexiva y amorosa...la madre maravillas del cielo y eternamente extrañadas, permitame abrazarlo, gracias por publicar.
Sí, amiga. Muchas veces me ha pasado que he leído algo, escrito por otra persona, que estaba concibiendo en mi mente para redactarlo: la entiendo, en verdad, perfectamente. Gracias por comentar. Recibo y le devuelvo ese abrazo.
@cruzamilcar63
Amigo, felicitaciones por su bella y expresiva carta, escrita con muchos sentimientos y añoranzas , linda despedida "bendigame maita" muestra de
humildad poco común en un hombre. un abrazo.
Como suele pasar en esta vida, hubo un tiempo, le confieso, en que me daba vergüenza decirle "maíta" delante de los demás, sobre todo si eran extraños. Después comprendí que eso no tiene sentido porque así la llamé siempre... Gracias por comentar. Saludos y éxitos.