Si tuvieras la oportunidad de ser un Rey Mago, cuál serías y qué regalo le harías al Niño Dios/ por @cruzamilcar63

cruzamilcar63 (75)in Venezolanos Steem • 3 years ago (edited)

Saludos para todos los hermanos de Venezolanos Steem.

Para escribir por primera vez, en este nuevo año, en nuestra casa de los sueños posibles, decidí participar en el atractivo Concurso: si tuvieras la oportunidad de ser un Rey Mago, cuál escogerías y qué regalo le harías al Niño Dios, moderado por la apreciada amiga @luimer79. Para lograr darle forma a mi publicación, me sumergí en una desaforada fantasía que espero que sea del agrado de quien se acerque a leerla.

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El mapa del amor

Soy Melchor, el más anciano de los magos que van en búsqueda del nuevo Rey. Mis compañeros, Gaspar y Baltazar, supieron mirar, al igual que yo, en los signos del cielo que no vamos a ser testigos de un acontecimiento cualquiera, sino que se trata de un nacimiento que marcará un antes y un después en la historia de la humanidad, que se trata del comienzo de una nueva era en la que reinará por siempre un Dios de amor.

Pero ellos no han podido mirar un poco más allá de lo que esa estrella que llevamos al frente nos dice, no han aprendido todavía a interpretar el futuro leyendo en las astrales luces del universo como lo hago yo; por eso mis dos compañeros de viaje no sospechan siquiera cuánto sufrimiento, por cuántos sobresaltos pasará ese niño que nacerá muy pronto por culpa de la soberbia y la avaricia de los déspotas gobernantes que encontrará en su camino desde el primer momento hasta el final de su vida. No sospechan siquiera que mañana mismo un rey criminal, de nombre Herodes, tratará de utilizarnos para atentar contra la vida de ese Niño poderoso que, de todos modos, reinará en el universo…

No lo he comentado, ni lo comentaré, con Gaspar y Baltazar que, además de la mirra, el incienso y el oro que cargamos en nuestras alforjas para honrar al nuevo Rey, yo llevo escondido en mis bolsillos un mapa en el que he estado trabajando durante estos últimos años. La observación de las estrellas y los demás astros desplazándose por la cúpula del cielo, me han indicado que existe una parte de la tierra que jamás ha sido visitada por este mundo que conocemos nosotros. Se trata de un continente que, de acuerdo con la sabiduría de los más intrincados arcanos que escudriñan el porvenir, deberán pasar aproximadamente mil cuatrocientos años, después del nacimiento del Rey al que vamos a encontrar, para que aparezca en la cartografía del mundo.

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En esos parajes desconocidos, existe un lugar lleno de mares azulosos, de grandes y caudalosos ríos, de nieves eternas que coronan montañas inimaginables, de macizos tan antiguos como la misma tierra, de selvas intrincadas donde habitan animales de colores tan vistosos que quizás agredan nuestros ojos y, sobre todo, de hombres tan compenetrados con la naturaleza que conviven dentro de ese reino despojados de la envidia, de las ansias de poder y de todos los males comunes presentes en nuestra cotidiana realidad. Ese sitio lo he remarcado muy bien en el mapa para que el Rey que está por nacer lo encuentre cuando sus enemigos comiencen a perseguirlo.

Sí, el mapa que he estado dibujando durante estos últimos años se lo ofrendaré, en secreto, como el más valioso de los presentes, al Mesías que vendrá muy pronto. Así, en cuanto el malvado Herodes comience a perseguirlo, Él tomará una barca y huirá con sus padres hacia ese nuevo mundo, donde el ambiente es propicio para comenzar a edificar su reino de luz. Desde allá ingresará a la historia una raza de hombres bien conformados, guiados por su doctrina de amor y no a través de la soberbia de unos conquistadores que llegarán siglos más tarde a imponerles, en su nombre, una religión llena de tantas contradicciones que no se parecerá en nada a las enseñanzas de paz y humildad que predicará el nuevo Rey. Desde allá emergerá la verdad de una edificante doctrina, cuyos fieles le mostrarán al mundo la esperanza de una vida eterna.

Lo cierto es que yo no sé si pueda cambiar la historia que me cuentan, con sus luminosos códigos, los astros, pero lo intentaré con este mapa porque quiero evitar tantos hechos de crueldad que seguirán acaeciendo en nuestro incomprensible mundo.