"Criollísimo 7 – En TBT" por @cruzamilcar63

Saludos para los amigos que vierten sus creaciones en esta hermosa casa, Venezolanos Steem, donde cada sueño se convierte en un legado de lo posible.


Hoy vengo, otra vez, a dejar en evidencia unas opciones que formaron parte de un pasado deslumbrante y que solo la acuciosidad de @marcybetancourt podían traerlas, con toda su carga de nostalgia, hasta este presente transfigurado en forma de Reto: Criollísimo 7 - En TBT. Si se me cae la cédula y no me doy cuenta, recójanla, por favor, que más nunca volveré a verme así.

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Fuente Modificada con PowerPoint

Radio Rochela (RCTV) o El Show de Joselo (Venevisión)


"Radio Rochela" representa el programa humorístico por excelencia de la televisión venezolana. Cualquier actor o actriz dedicado a la comicidad, en aquel pasado, puede dar fe de que este espacio se convirtió, con el tiempo, en una institución, una escuela para quien aspirara a realizar carrera dentro de este género. Los más grandes comediantes del país, y algunos extranjeros, formaron parte de su elenco, y entre sus libretistas figuran nombres emblemáticos de nuestro quehacer cultural.

Cada lunes, casi toda Venezuela disfrutaba de "Radio Rochela" porque se trataba de una revista que retrataba todos los aspectos del país, desde un punto de vista muy divertido. Ninguna manifestación de la cotidianidad nacional se escapaba de sus magníficas parodias: todos los Presidentes de la República fueron imitados en sus escenarios, así como todos los grupos sociales, deportivos, culturales, políticos, extranjeros… cualquier cosa que pasara en esta tierra era motivo del humor crítico de los rocheleros. Se convirtió en un programa tan arraigado en nuestra tradición que muchos de los personajes que, en aquel entonces, se convirtieron en símbolos de una cultura, todavía continúan vigentes en nuestro imaginario.

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Pepeganga o Graffiti


Dentro de estas dos opciones, por una cuestión de conocimiento práctico, debo decidirme por Graffiti. En mi ciudad, en aquellos años del famosísimo eslogan publicitario: “Qué pasaría en Venezuela si no existiera Pepeganga,” esta tienda nunca existió. Mirábamos los comerciales por televisión -durante la transmisión del béisbol profesional eran sumamente persistentes-, repetíamos ese lema pegajoso casi sin darnos cuenta, pero nunca tuve la oportunidad de visitar una de estos comercios.

En Graffiti, en cambio, sí estuve muchas veces e, incluso, visité no solo los que se encontraban en Anzoátegui, lugar donde resido, sino otros que durante los viajes en familia aparecían con su llamativo lápiz promocional en otros estados del país. Se trataba de una tienda sumamente interesante porque, además de la ropa, se podían adquirir muchos otros artículos, que hacían falta en el hogar, a precios muy buenos. Pero, en lo particular, lo que más me gustaba de Graffiti era que los de pantalones de caballeros que llevaban impresa su marca, me quedaban perfectamente, algo que no ocurría ni ocurre con mucha frecuencia.

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100% Venezuela (Televen) o A Puerta Cerrada (RCTV)


“A puerta cerrada,” durante aquellos años, fue siempre el programa favorito de las mañanas. No tuve la oportunidad de mirarlo cuando era conducido por el excelente periodista Nelson Bocaranda, pero sí disfruté de unos cuantos de ellos cuando la moderadora era la comunicadora Marietta Santana. Fue un espacio pionero en nuestras pantallas de lo que se conoce como televisión participativa, ya que su formato incluía a un público presente en directo que interactuaba con la conductora.

Con el tiempo, “A puerta cerrada” se convirtió en un programa emblemático de aquella Venezuela, debido a la variedad que exhibía en cada una de sus emisiones. Era frecuente encontrarse con denuncias que evidenciaban el alto nivel de corrupción política o judicial del país, que podían salpicar a cualquier funcionario público, sin reparar en la altura de su posición; pero también se ocupaba de los problemas cotidianos de las comunidades, asignándoles el mismo grado de importancia, con el propósito de hacer valer los derechos y deberes de cualquier ciudadano. El programa, por otra parte, no se olvidaba de la farándula ni del deporte. Tanto los artistas como los atletas tenían cabida en su formato para incentivar la sana diversión y el ejemplo de constancia y esfuerzo de muchos venezolanos.

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Certs o Salvavidas


Los Certs fueron mis favoritos. Al principio, prefería los de menta, pero luego las opciones fueron cambiando y hubo unas épocas más adelante en que solo compraba los de canela, pero finalmente creo que me quedé con los que contaban con unas deliciosas chispitas de colores.

Recuerdo que cuando caminaba para el liceo, en una esquina donde había un abasto, me paraba a comprar los Certs que debían durarme hasta el otro día a la misma hora; esto era así porque me lo impuse como una férrea disciplina, ya que en aquellos días de azarosa adolescencia no era extraño que de un solo tirón me los comiera todos. Los zagaletones que estudiaban conmigo, en cuanto se dieron cuenta de mis inclinaciones hacia las dulces pastillas, comenzaron a echarme broma con burlona alevosía, ya que ellos se dedicaban a masticar chicles porque, según no sé qué punto de vista, eso los hacía parecer más hombres. Pero nunca me dejé influenciar por tan pueriles consideraciones, seguí disfrutando mis Certs.

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Guerra de Minitecas o Rumbas Playeras


La verdad es que las dos opciones me parecen muy semejantes, ya que tengo la impresión de que en toda rumba playera había, por lo menos, una miniteca. Estos artilugios de sonido, tan famosos en los ochenta, en realidad nunca fueron de mi completo agrado porque siempre funcionaban a un volumen demasiado alto para quien siempre ha tenido unos oídos delicados. Sin embargo, me arriesgaba y, aunque no fui un fanático de estas actividades, asistí muchas veces a algunas Guerras de Minitecas: total, debía formar parte de mi época y a esa edad a los males del cuerpo no se les hace mucho caso.

Sucedía también que muchos de mis amigos pertenecían al equipo humano que hacía funcionar una miniteca que tuvo gran prestigio en la zona carupanera, por lo tanto, estuve en numerosas ocasiones en el centro de la movida. Fui testigo de primera mano de todos los pasos que se ejecutan para que aquellos inmensos cajones comenzaran a emitir música con la más alta fidelidad y volumen que permitía la tecnología de aquellos años… No sé por qué, pero recuerdo haber asistido siempre a Guerras de Minitecas; de las rumbas playeras nada significativo viene a mi memoria.

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Nota: Esta publicación está configurada para aportar el 15% a la Comunidad Venezolanos Steem, @venezolanos. Les invito a sumarse a esta iniciativa en beneficio del crecimiento de nuestra apreciada casa.

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“se va la audición, que le vaya bien… Cantando muy bajito se va la cruzada, muy pronto volveremos con más humorada”.

Reír con la Rochela y comprar en Graffiti

Periodismo crítico y audaz en A puerta Cerrada comiendo unos ricos caramelitos certs

Ir a una Guerra de Minitecas 💃💃💃 con los panas... uffs qué tiempos tan buenos!!

Amigo @cruzamilcar63, gracias por compartir tus preferencias de una Venezuela en TBT.

Disfruté leyéndote! Gracias por participar en el este Reto Criollísimo 7. Un gran abrazo y Saludos infinitos :)

Gracias, amiga @marcybetancourt, es siempre un placer participar en los retos de esta comunidad. Saludos.

Hola, amigo @cruzamilcar63.

¡Me encantó tu selección!.

Riendo 🤣 con los Sketch de
“RADIO ROCHELA en RCTV”,
aprovechando las ofertas 🛒 en
“GRAFITTI”,
informándote 📺 con
“A PUERTA CERRADA en RCTV”,
disfrutando el delicioso sabor 😋 de los caramelos
“CERTS”,
y gozando un puyero 🕺🏻💃🏻 en la
“GUERRA DE MINITECAS”.

Momentos extraordinarios que recordamos con mucha emoción. Gracias por compartir tus preferencias.

😉 Te invito a visitar mi Criollisimo – Tremendo Tebetazo 😅.

¡Te deseo mucho éxito!

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