Venezuela Concurso/ semana 19 / Tres palabras extrañas y un relato.

_{La cola para surtir gasolina y hombre tocando la puerta del carro.}

Bien temprano salió Marucha a la cola de la gasolinera para surtir de combustible su carro. Miró al marcador y, al darse cuenta que la aguja marcaba échale, redujo la velocidad para economizar la que aún le quedaba para llegar sin problemas a la estación.

Estaba enojada con su esposo que no quiso acompañarla, le molestaba que siempre consumía el tanque de combustible y después no quería hacer la cola. Pero lo peor, sospechaba que él le era ALEVE (infiel).

Llegó a la gasolinera a las 4:00 a.m., le tocó el número 120. Resignada se dispuso a esperar, ya sabía por experiencia que pasaría allí varias horas. Reclinó el asiento del carro con intención de dormir un rato, al recostar la cabeza miró al EMPÍREO ( cielo) alumbrado por una hermosa Luna. Mirándola sintió una sensación de tranquilidad, sus pensamientos cambiaron y todo aquello que minutos antes le molestaban, le parecieron de poca importancia. Cerró lo ojos y se durmió.

_{La luna en la madrugada.}

Despertó al sentir golpeaban suavemente el vidrio de la puerta de su carro, abrió los ojos buscando a la Luna que veló su sueño y ya no estaba, ahora el Sol asomado en el EMPÍREO alumbraba el horizonte y vio como si sonreído le lanzará un OSCULO (beso) y pensó:

"Ahora lo que falta es que me vuelva loca" , pero se tranquilizó al recordar que existe un refrán que dice: "De poeta y loco, todos tenemos un poco".

Entonces se dio cuenta que quien golpeaba el vidrio era el hombre que verificaba y anotaba el número de la placa y le decía:

"Señora Buenos días, cuando pasé la vi dormida tan risueña que no quise despertarla, pero ya vengo de anotar el último de la fila, son la 7 de la mañana y en minutos empezará a rodar la cola".

_{Amanecer sobre el río Orinoco}

Al poco rato comenzó el proceso del surtido, cada 20 minutos la cola avanzaba sin contratiempos, pudiendo al fin reabastecer su tanque a las 11:00 de la mañana. Ya lista para regresar a su casa, pensó en los detalles que le hicieron sospechar que su esposo le era ALEVE y no encontró ninguna razón, y se dijo:

"Tengo que dominar mis celos, al llegar le daré un OSCULO y haré las paces."

Saludos a la amiga @solperez
promotora de este interesante concurso
y a todos los amigos participantes deseándoles suerte.
¡Hasta pronto!