No se podía decir mejor.

Sé que el tema es emociones, pero apartando la falta de empatía de muchos educadores y la falta de motivación a investigar para mejorar su ejercicio docente, agregaría que, lamentablemente, la formación profesional desde el punto de vista técnico está muy desactualizada, carente de información concreta para trabajar con niños del espectro autista, pero la realidad de los casos existentes los avasalla al tenerlos formando parte de las aulas regulares. Hay que revisar la disponibilidad de especialistas calificados, los padres en negación y el tiempo que se pierde en caprichos de las autoridades, entre otras cosas.

Considero también que hay que trabajar en investigación, ¿por qué el incremento tan notorio?, ¿están bien diagnosticados todos los casos?, Si es así, ¿qué medidas tomar? La empatía también debe ser práctica, en búsqueda de soluciones, no solo entender el sentir de los demás, sino dar aportes para avanzar.

Ni hablar de la empatía que hace falta inspirar en los demás estudiantes para comprender a sus compañeros y que eso se refleje luego en la sociedad.

Un gran abrazo