Otros elementos básicos del cuento corto

Saludos, estimados compañeros de Steemit.

Antes que nada, envío un gran saludo a la comunidad [VenezolanosSteem] (https://steemit.com/trending/hive-108800) y a sus representantes @marcybetancourt y @solperez por ofrecernos la posibilidad de contar con espacios tan importantes como este para conectamos con muchos usuarios.

Para seguir colaborando con los narradores principiantes, retomo el tema de las características básicas de los cuentos cortos, secuencia textual sobre la que comenté algunos aspectos relacionados con su estructura, en mi publicación ¿Cómo se arma un cuento corto?.
Espero que sea útil y de su agrado.

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Otros elementos básicos del cuento corto

Sobre las características del cuento corto hay mucho que decir, pero nos centraremos solo en algunas de ellas. Ya vimos que su estructura fundacional es una fórmula muy fácil de aplicar:

• una introducción (o principio, donde se habla brevemente del lugar, el tiempo y los personajes del cuento),
• un nudo (o conflicto, donde se presenta la tensión del cuento, pues debe haber un problema que lo genera),
• un desenlace (o final, que deberá contener la resolución de la situación que se plantea).

Ahora veremos otros aspectos importantes que hay que tomar en cuenta al redactar la historia (incluso antes) porque con ellos también se va armando el cuento:

Los personajes

Son los encargados de ejecutar las acciones, de desarrollar los hechos, los que ayudan a los lectores a organizar los acontecimientos dentro de la historia. Por eso, el narrador debe presentarlos desde el principio, descritos con atributos o rasgos que permitan su identificación fácilmente para que el lector ubique de quién se trata (personas, animales, sentimientos, etc.), ya que son las “voces” determinantes del escenario o espacio y del tiempo narrativo.

Fuente

Al tratarse de una narración muy corta, es recomendable usar pocos personajes, porque con muchos la historia se diluye y se alarga. Es preferible centrarse solo en los principales, los imprescindibles, pues son la columna vertebral de cuento; todo dependerá de lo que se narre, por supuesto. Prueben eliminarlos y, si no ocurre nada grave en el hilo de la historia, entonces, no hacían falta.

Narrador y personaje central o principal pueden coincidir. Así, en Julio tenía 8 años cuando recibió sus primeras lecciones de piano se trata de un narrador omnisciente que da algunos datos del personaje Julio. En Yo tenía 8 años cuando recibí mis primeras lecciones de piano, obviamente el narrador es el mismo personaje.

Hay todo un mundo de características sobre los personajes (que los clasifica según sus actitudes, sus acciones, entre otros aspectos). Sumérjanse en él y verán cuánto les ayuda con sus textos.

La ambientación o atmósfera y el tiempo

He decidido juntar estos elementos en un solo apartado por su intrínsecamente relación.

Todo relato debe estar situado en un lugar físico, ubicado en un espacio geográfico (real o ficticio), en el cual se desarrollan los acontecimientos, las acciones. Una ciudad, una montaña, una habitación, una cueva, una nave, etc., son “localizaciones” donde se mueven los personajes y contienen valiosísima información que ayuda en la construcción del relato. Debido a la brevedad que nos exigen, estos lugares deben se descritos muy superficialmente.

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Esos espacios son el marco de la ambientación o atmósfera, correspondientes a condiciones particulares del mundo o círculo donde ocurren los hechos del cuento: un romance, una boda, un sepelio, una salida de campo, un asesinato, un festival de música, entre muchísimos más, cada uno con características específicas y distintivas. Así, fácilmente, el lector percibirá –entre otros− atmósfera de alegría, de misterio, de violencia o de tranquilidad, estados emocionales prevalecientes en el curso del relato. Por ello, si encontramos una historia cuyo centro es un sepelio, en un cementerio casi abandonado, lógicamente la atmósfera del cuento será triste, gris; caso contrario ocurre si contamos sobre una boda en la que todos están felices: el estado emocional manifiesto será la alegría.

Es relevante en una historia que el tiempo en que suceden los hechos quede claro para el lector. Palabras o frases como ‘día’, ‘semana’, ‘verano’, ‘una tarde’, ‘una noche’, ‘al amanecer’, ‘al crepúsculo’ son el recuadro donde se ambienta lo contado porque expresan la duración o el tiempo (real o imaginario) de los sucesos. En el relato que nos atañe debemos hacer hincapié en espacios de tiempo muy cortos, restringidos a lo estrictamente importante que contar.

Fuente

Los tiempos verbales narrativos que utilizamos nos sirven para señalar si la historia ocurre:

• En el presente: es el tiempo que nos acerca a los lectores porque da la impresión de que las acciones ocurren en el mismo momento en que se está leyendo: Estoy muy contenta con él / Tiene una niña / Comemos solo pescados / Caminan por el bosque.

• En el pasado: es el tiempo narrativo que indica que las acciones ya sucedieron hace tiempo: Estaba muy contenta con él / Tenía una niña / Comían solo pescado / Caminaban por el bosque.

Debemos narrar según el tiempo verbal con el que nos sintamos más cómodos. En algunas ocasiones se puede contar la historia que sucedió en el pasado desde un presente. Lo más importante es mantener el mismo tiempo narrativo a lo largo de nuestro relato (los muy expertos pueden jugar con alternar esto, pero para los principiantes lo recomendable es conservar la misma secuencia temporal).

Otras recomendaciones para “armar” la redacción del relato corto:

• Hagan descripciones muy breves, descartando los detalles que “abultan” el cuento.
• Eliminen los adjetivos y los adverbios innecesarios, así como las frases verbales o tiempos compuestos (sustitúyelos por los tiempos simples): Había sido una mujer feliz ~ Fue una mujer feliz / Llegó a comprar hasta 100 pares de zapatos ~ Compró 100 pares de zapatos.
• Sustituyan palabras para acortar texto, por ejemplo: estados emocionales que prevalecen ~ estados emocionales prevalecientes / Ellas son las mujeres que manifiestan ~ Ellas son las manifestantes.
• Evita las repeticiones innecesarias, tanto de palabras como de significados. La repetición de sonidos o cacofonía es captada por los lectores: María bebía una helada cerveza fría… ~ María tomaba una helada cerveza.
• Para aprovechar el máximo de palabras los diálogos ayudan mucho, siempre y cuando recuerden utilizar bien los vocativos y las acotaciones del narrador.
• Antes de publicar revisen varias veces sus textos. Lo que les haga “ruido” escúchenlo, algo debe estar mal. Corríjanse sin temor alguno. Tómense todo el tiempo posible para revisar su escrito. No permitan que sus textos estén plagados de fallas de ortografía o de redacción; en mi trabajo anterior ¿Cómo se arma un cuento corto? les expliqué lo que deben hacer.

Espero que les aproveche. Nos vemos en la próxima publicación.

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