Estimadísima, felicitaciones por haberte abocado con tanto entusiasmo a la participación. Eres la primera en entregar el ejercicio, y mira que tiene muchas cosas interesantes y dignas de ser comentadas.
Una cualidad importante de ambos textos es la agilidad. Ambos, también, sin llegar a ser humorísticos en el sentido estrictamente cómico, son sonrientes y tienen eso que llamamos "chispa", ingenio. La actitud argumentativa tiene su poquito de irreverente.
Te las arreglaste para hacer dos textos que tienen similitudes, pero también diferencias y ambos se dejan leer con alegría.
Una nota especial merece el hecho de haber hecho funcionar rítmicamente los versos largos de tu segundo texto. Eso no es fácil, y lo hiciste muy bien.
Ahora bien, desde el punto de vista del ejercicio, me hubiera gustado ver que llevaras el experimento un poco más a los extremos. Tal vez jugar un poco más con la distribución del texto en el primer poema. Claro, el asunto viene porque optaste por construir lo que en métrica se llama esticomitia, y consiste en hacer coincidir la unidad semántica con la unidad versal. De esta forma, cada pausa a final de verso realmente no afecta, porque el contenido del verso admite naturalmente esa pausa, equivalente a un signo. ¿Cuál es la parte beneficiosa de esto, aun cuando el ejercicio no se llevó a sus extremos? Que eres conciente de la función de las pausas en la estrofa y de su relación con la puntuación. Espero que el ejercicio te haya servido para que esas distinciones se hicieran más claras.
Gracias por seguir y perseverar. Si no te presentas a la última sesión, donde además daré unos _premiecitos, te matu.