Tomar decisiones es todo un desafío, especialmente, cuando hay tantas opciones a la mano.
Analizar todas las posibilidades, antes de tomar una decisión, evita arrepentimientos. Las emociones no deberían guiar las decisiones; en cambio, concentrarse en los pros y los contras, puede traer mejores resultados.
Alinear las habilidades con las posibilidades, es el secreto del éxito, ya que conocer las fortalezas ayuda a afrontar los desafíos adecuados. Las personas inteligentes sobresalen al reconocer y actuar dentro de sus capacidades.