Cuando leí “Pomo de Puerta” se me vino a la mente rápidamente como un rayo de luz cuando era un niño (antielito), una vez mi papá me quiso sacar un diente de leche y esta es una de las cosas más desagradables que vivimos cuando somos niños porque es el momento en el que nos tienen que quitar los dientes que están a punto de salir, para que los que vienen crezcan de manera correcta. Muchos padres llevan a sus hijos al dentista para que haga “el trabajo sucio”, mientras que mi padre prefirió hacerlo en casa y usar diferentes métodos que incluyen hilos, puertas, entre otras cosas.

Bueno, ese fue mi caso, mi diente frontal ya estaba suelto y el siguiente comenzó a crecer, y para evitar problemas, mi papá decidió atar un hilo al diente para quitarlo. El otro extremo del hilo lo ataron al pomo de la puerta para así quitar el diente cuando la cerraran.

Lo que si me acuerdo es el frió que me recorría por todo el cuerpo como si estuviera en el polo norte e imaginado de todo cuando cerraran la puerta, las risa de mi hermana a todo pulmón y yo con ganas de salir corriendo, de repente mi papá me dice cierra los ojos, yo me dije a mi mismo “mi mismo hasta aquí llegue” y antes que me diera cuenta y cerrara los ojos ya el diente estaba afuera, no sentí ningún tipo de dolor y estaba alegre, después llego mi madre con un helado...que buen recuerdo jajaja...

P.D: Quizás los dentistas debieran utilizar este método en sus consultas, Desaparecería el miedo a ir al dentista radicalmente.